La información certera es la base sobre la que se edifican las empresas, especialmente en un contexto en el que la preparación y la resiliencia son cada vez más importantes. Con el aumento en la cantidad de datos disponibles y la necesidad de aprovecharlos para tener mejores resultados, también hemos observado un crecimiento significativo en la demanda de perfiles analíticos capaces de recopilar, transformar e interpretar esta información para tomar decisiones objetivas y fundamentadas que permitan a las empresas trazar sus estrategias de futuro.
Sin embargo, para que los profesionales puedan destacarse en un campo tan complejo como el de la analítica avanzada, es crucial contar con docentes que respondan al llamado de su vocación y que estén dispuestos a compartir sus experiencias y conocimientos con las nuevas generaciones. Conversamos con Daniel Vélez Serrano, profesor del departamento de estadística e investigación operativa de la Universidad Complutense de Madrid, para abordar su labor académica y conocer su experiencia con SAS a lo largo de toda su trayectoria.
De la profesión a la vocación: un cambio de rumbo con sentido
“Soy un matemático con una trayectoria profesional un poco peculiar. He estado más de 20 años trabajando en empresas consultoras diseñando e implementando proyectos que tratan de dar solución a problemáticas muy diversas y que están asociadas a sectores de actividad también muy variados”, explica Vélez.
“Después de los 10 primeros años, no podía contener por más tiempo mi vocación docente y conseguí entrar como profesor de la facultad de Matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid. Posteriormente, el agradecimiento de varias generaciones de alumnos hizo que, tras diez años impartiendo clases, terminara por apostar por una carrera exclusivamente docente”, añade.
Hoy en día, no cabe duda de que la analítica avanzada sirve de ayuda para innumerables ámbitos y que la apuesta por obtener conocimientos en esta materia se ha extendido a otro tipo de perfiles profesionales. Desde su perspectiva como profesor, Daniel Vélez nos comenta que “se está volviendo frecuente que existan asignaturas vinculadas a temas analíticos en sectores muy diversos porque estas soluciones ayudan a resolver problemáticas en todos ellos. Yo, por ejemplo, formo parte de un grupo de investigación multidisciplinar donde hay matemáticos, informáticos y estadísticos, que no te sorprendería que supieran de este tipo de cosas, pero en el que también hay economistas, periodistas, sociólogos y hasta gente de política que ves que hace sus pinitos con modelos matemáticos”.
El paso de usuario de SAS a embajador
Vélez confiesa que cuando escuchó de SAS por primera vez “lo veía como algo muy sofisticado porque la gente escribía código en SAS, cuando yo todo lo que hacía era navegar por menús para hacer un modelo matemático”. Sin embargo, reconoce que “un día me dijeron que tenía que aprender SAS para afrontar un proyecto largo de predicción de demanda nacional de gas en el que había que ajustar cientos de series temporales y que tenía que funcionar a diario de forma automática, lo que hacía del todo inviable el utilizar una herramienta que dependiera de menús. Y así, fui aprendiendo, me fue gustando y terminé con una ‘SAS-dependencia’”.
Daniel también admite que, una vez que conoció la plataforma SAS Viya, se propuso acercarse a ella para después conseguir que sus alumnos la utilizaran y así, “desde hace un año, cuando empecé a coordinar un máster de Ingeniería Matemática en la facultad, decidí aprovechar una relación de sesiones que tenemos contratadas con SAS, para que den visibilidad de esta nueva solución a los alumnos con la idea de que puedan utilizarla y conocer su potencial”.
Con su amplia experiencia en el campo de la analítica y su larga trayectoria como docente, hemos querido conocer su opinión sobre la necesidad de desarrollar aptitudes de SAS para el mercado laboral actual. Sobre esta cuestión, Vélez expone que “son necesarias porque ayudan a resolver problemas y tomar decisiones que permiten hacer que todo funcione un poco mejor. Lo he experimentado de primera mano durante más de 20 años en una cantidad de ámbitos desmesurada”. En este sentido, la democratización de la analítica para que esté disponible para las diferentes industrias es una absoluta necesidad. Daniel precisa que “el lenguaje de programación SAS me ha ayudado mucho a perder ese respeto que a veces hemos tenido los matemáticos a la hora de programar. Por supuesto que si vas profundizando en el lenguaje harás cosas más sofisticadas, más eficientes y en definitiva mejores, pero el lenguaje en sí suaviza la entrada a este mundillo, se vuelve accesible para perfiles muy diversos, sin tener que ser grandes programadores. Es una opinión contrastada con otros matemáticos: SAS es muy accesible”.
Según nos comenta, cada vez más los alumnos se interesan por anticiparse al futuro y, dentro de las especializaciones, los grados y másteres en los que está presentes SAS dentro de la UCM, las temáticas más demandadas por los estudiantes se centran en el carácter predictivo de la analítica avanzada. “Creo que el alumno prefiere hacer un modelo que prediga algo que va a pasar y acertar con su modelo más que su compañero o más que el resto del mundo. Problemas como predecir si la demanda eléctrica va a subir, si aquel cliente que pide un préstamo en un banco es un moroso, si un vehículo va a tener un siniestro o si un tratamiento puede funcionar contra alguna enfermedad, gustan mucho” explica Vélez. Además, “dentro de este ámbito predictivo, creo que los que más atractivos resultan hoy día son todos los que tienen que ver con la inteligencia artificial”, añade.
La demanda de profesionales analíticos en las empresas es cada vez mayor. Por ello, la colaboración entre empresas, universidades y docentes apasionados es clave para que las empresas del futuro cuenten con expertos capaces de tomar decisiones certeras que garanticen su éxito.