El 2020 nos ha enseñado que las predicciones, incluso las más previsibles, pueden no llegar a cumplirse. Sin embargo, el final de año siempre es un buen momento para echar la vista atrás y analizar qué tendencias estamos observando y, a partir de ellas, establecer las expectativas para el siguiente ejercicio.
Un año de oportunidades
En el caso de la Inteligencia Artificial y la analítica 2021 se plantea como un período de oportunidades, debido a la aceleración de la digitalización que se ha observado a raíz de la pandemia del Covid-19, unida a las políticas de impulso de la transformación digital como uno de los ejes en los que la UE basará la reactivación económica.
La nube impulsa la analítica
La nube ofrece ya la potencia de computación y las capacidades de escalado que se necesitan para aprovechar la analítica y la IA a gran escala y el próximo año seguiremos viendo avances en esta dirección. Ya en 2020 hemos visto acuerdos relevantes, como el que alcanzamos en SAS con Microsoft Azure para ayudar a las empresas a acelerar sus iniciativas de transformación cloud.
IA en la toma de decisiones
La toma de decisiones automatizada y la aceptación de la Inteligencia Artificial seguirán avanzando en las organizaciones. Precisamente, 2020 ha sido el año en el que éstas se han dado cuenta de la importancia de la tecnología para desarrollar modelos de negocio más resilientes y capaces de hacer frente a situaciones inciertas, como la crisis del Covid-19.
Ciudades más inteligentes.
La extensión del teletrabajo se espera que en los próximos años tenga como resultado migraciones inversas, desde las grandes ciudades a otras más pequeñas o zonas rurales. La tecnología desempeñará un papel clave en la gestión de las poblaciones, como hemos podido ver en iniciativas como Reactiva Madrid, gracias a la cual el Ayuntamiento de la ciudad se ha apoyado en la innovación para fomentar la reactivación económica en la ciudad y superar los efectos de la pandemia.
La vacuna del Covid, protagonista
En los últimos meses de 2020 estamos viendo la gran expectación generada por la vacuna y ésta no hará sino ir en aumento en los próximos meses. La analítica jugará un papel fundamental en su proceso de desarrollo, así como en la planificación y en el seguimiento de su distribución y resultados. Ya en fases previas de la pandemia hemos visto cómo la analítica de datos podía ayudar a detectar y predecir tendencias, mejorando la toma de decisiones en la gestión de la crisis sanitaria.
Control de los consumidores.
Con el traslado de la mayor parte de la relación entre marcas y consumidores al entorno online, estos últimos han visto cómo aumentaban sus posibilidades de elegir y controlar sus compras de retail, las operaciones de banca, la comunicación e incluso la atención sanitaria. La pandemia ha tenido un impacto en el comportamiento del consumidor final y en la experiencia que espera como cliente y esto tendrá como consecuencia cadenas de suministro más eficientes, mejoras en la atención al cliente y la usabilidad. La analítica ayudará a las compañías a interpretar las tendencias de los clientes gracias a su capacidad para recolectar e interpretar los datos en cada uno de los puntos de contacto con el consumidor.
Empleados del futuro.
A medida que los nativos digitales irrumpen en el mercado observaremos una personalización en los planes de estudio, gracias a la implantación de la tecnología en el ámbito de la educación y a una evolución de las instituciones educativas. Una de las habilidades que se demandará más entre estos nuevos profesionales serán los conocimientos analíticos, lo que dará como resultado perfiles híbridos que permitan a las organizaciones avanzar hacia una toma de decisiones basada en datos.
El paciente en el centro.
Al igual que el consumidor, el paciente cobra importancia en el sector sanitario. Gracias a la tecnología, su salud podrá ser monitorizada a través de sensores, dispositivos portátiles y aplicaciones. En este contexto, la gestión del dato y los modelos predictivos serán clave para poder optimizar la gestión de los recursos sanitarios.
Transformación de sectores tradicionales.
Las organizaciones más tradicionales, como instituciones públicas, bancos y oficinas de correos se apoyarán en la analítica y en la Inteligencia Artificial para transformarse y mejorar su servicio al cliente. En el caso del sector bancario, la analítica de riesgos ha demostrado su utilidad para que las entidades puedan adaptarse a la nueva situación mediante herramientas de forecasting, que les permiten revisar y ajustar los modelos de riesgo de crédito en los que basan sus decisiones.
¿Quieres conocer en detalle las predicciones de nuestros expertos?