Colombia es actualmente la número 20 entre 141 en el ranking de naciones exportadoras de servicios creativos, sin embargo en el Índice Global de Innovación, el país ocupa el puesto 63 entre las 132 economías analizadas y tan solo el cuarto lugar en América Latina. ¿A qué se debe esta brecha entre los rankings que miden la creatividad y los que se refieren al tema de innovación? ¿Por qué estamos bien en creatividad, pero no tanto en innovación?
Aunque no exista una única definición de creatividad, empecemos aproximándonos a qué nos referimos con ser creativos en función de la innovación.
Para Ellis Paul Torrance la creatividad está definida como la capacidad de pensar de manera divergente, es decir, generar múltiples respuestas y soluciones a un problema. La innovación, por su parte, suele entenderse como el dar origen a algo nuevo o cualquier acto, idea o producto que cambia un dominio ya existente y lo transforma en uno nuevo.
Hoy en día, en una era marcada por la acelerada digitalización de las industrias y de la sociedad, creatividad e innovación están cada vez más ligadas por un elemento en común: los datos y más exactamente por el aprovechamiento de ellos a través de ciencias como las de la analítica.
Allen Gannett, en su libro "The Creative Curve: How to Develop the Right Idea at the Right Time", destaca cómo la analítica y la extracción de inteligencia de los datos ayuda a potenciar la creatividad. Este punto es coincidente con los investigadores Hilary Mason y DJ Patil, autores de "Data-Driven: Creating a Data Culture".
Recurrimos a la curiosidad y empleamos la analítica para pensar, para generar múltiples respuestas y encontrar soluciones a los problemas. Eso es cierto. En lo que nos quedamos a mitad de camino es en no lograr llevarla a la acción: algunas veces porque no hay recursos para hacerlo (falta de inversión), otras porque no se logra democratizar la cultura analítica a todos los niveles necesarios en una organización y algunas más porque no es posible llevar a la operacionalización o a la puesta en producción en modelos analíticos los procesos de decisiones con lo que se hace imposible detonar la innovación en las diferentes áreas de negocio. Es por eso que a nivel general tenemos indicadores como que el 73% de los datos de las empresas aún no son aprovechados con analítica (Forrester) o que el 87% de los proyectos de ciencia de datos nunca llegan a producción (VentureBeat).
Aún podemos hacer que los líderes se compromentan más con la curiosidad y la analítica para lograr dar el salto de la creatividad a la innovación. Como dice Harvard Business Review: “Es cuestión de hacer que los líderes sean curiosos y vean los datos por lo que son y por lo que podrían ser. Hagan las preguntas que conduzcan a conocimientos analíticos. Empoderen a sus equipos para que hagan lo mismo. E incluso alienten las asociaciones con empresas para obtener nuevas perspectivas que desafien el status quo”.