Las crisis financieras han ocurrido desde los inicios de la historia mundial y forman parte de la naturaleza de los ciclos económicos. Es casi imposible evitarlas, pero sí se pueden desarrollar mecanismos de control y prevención que permitan al sistema financiero fortalecerse y mitigar sus efectos y propagación.

Según Javier Montoya, Risk Intelligence Business Development Manager SAS España, la gestión del riesgo ha tenido éxito en múltiples empresas y se ha convertido en el motor de transformación y  mecanismo de obtención de una ventaja competitiva diferencial. El representante de SAS propone 10 razones para optimizar la gestión del riesgo y convertir los retos actuales en oportunidades de crecimiento:

1. Identificar antes y con precisión movimientos adversos con impacto potencial en la entidad. ¿Cómo? Optimizando el uso de la capacidad analítica- predictiva para reflejar la complejidad e interrelaciones de los factores de riesgo reales pero mostrando la información a tiempo y de manera ejecutiva para la toma de decisiones.

2. Desarrollar sistemas de control interno que permitan implementar la función de riesgos como un proceso continúo en el que toda la organización participe.  Estos sistemas permiten monitorear en tiempo real los principales riesgos de la entidad en las actividades críticas de su proceso de generación de la cadena de valor.

3. Prevención del fraude y control de blanqueo de capitales. Derivado de  esta problemática surge el riesgo reputacional que aumenta el impacto del fraude o sanción. El principal pilar del sistema financiero es la confianza. Por tal razón los inversores exigen  a las entidades transparencia y disciplina ya que en ellas confían sus ahorros.

4. Análisis fundamental para conocer los riesgos y los clientes. La innovación financiera y metodológica continuará y dota a las entidades de mayores medios para  asegurar los riesgos, pero siempre y cuando se conozcan en profundidad los riesgos asumidos y la naturaleza de los activos subyacentes.

5. Identificar ejes de creación y destrucción de valor. En la actualidad es clave contar con apoyo analítico que permita identificar cuáles son las causas conjuntas que conllevan a un incumplimiento o a que el proceso de recuperación de una deuda tenga éxito identificando las palancas de valor que conllevan a un crecimiento duradero.

6. Innovar en la gestión de riesgos más allá de los requerimientos regulatorios. Las entidades que vayan un paso por delante en la aplicación de requerimientos regulatorios a la gestión estarán mejor posicionadas para anticiparse y tomar ventaja en situaciones de riesgo.

7. Atraer nuevos segmentos, retener clientes más rentables. Las entidades que pueden identificar ágilmente los clientes potenciales interesantes e identificar clientes con menor perfil de riesgos son las que se beneficiarán de las ventajas de una buena gestión de riesgos: crecimiento sostenible y saneada posición financiera.

8. Desarrollar un marco cuantitativo de análisis de riesgos integrado, flexible y gobernable. Uno de los principales “fallos” de la interpretación de la clasificación inicial de los riesgos consiste en separarlos. No acontecen independientemente y un evento sucedido en el ámbito de crédito tiene impacto directo en el riesgo de mercado o liquidez.

9. Monitorear en todo momento y de manera clara la exposición de la entidad. Se debe monitorear la exposición respecto al sector y al mercado para estar siempre preparado y listo para afrontar los retos en mejores condiciones.

10. Capacitación de los recursos/ Capital Humano. Este es el aspecto más importante y diferencial de las empresas para lograr transformar los retos en oportunidades. Las organizaciones y su cultura se componen de personas.

Para cumplir varias de estas premisas es necesario que el sistema financiero siga innovando y abriéndose más a nuevos colectivos y proyectos pero con reglas de juego claras y supervisión efectiva.

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