La pandemia fue un detonador clave del avance del comercio electrónico en México. Para muestra, la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), concluye en su Estudio de Venta Online 2021 que este medio de compra alcanzó un valor de $316,000 millones de pesos a lo largo de 2020, lo que representa un crecimiento del 81% respecto al año previo.
Un crecimiento del 81% en pocos meses es sorprendente, considerando que se declaró la emergencia antes de que terminara el primer trimestre del 2020. En este año, las actividades económicas han comenzado a reactivarse gradualmente, y los establecimientos físicos reabren sus puertas bajo medidas sanitarias discretas, mientras que los consumidores vuelven poco a poco a hacer sus compras como acostumbraban en el mundo pre-pandémico.
Ahora bien, la cuestión que se plantea ahora es si el comercio electrónico seguirá la misma inercia de crecimiento en el futuro. Al parecer, todo indica que así será, aunque su avance será un poco más discreto.
Y es que de alguna manera, el acelerado avance del año pasado ya “absorbió” un porcentaje del crecimiento que podría haberse dado en circunstancias normales. Por tanto, se pronostica un crecimiento para este año de 14.3%, lo que es un porcentaje relativamente menor en comparación con el 20.2% registrado en 2019, pero aun así asciende a un valor superior a los US$611,000 millones de dólares en ventas adicionales vía comercio electrónico.
Ahora bien, a futuro, se espera que las ventas en línea globales logren alcanzar los US$5 billones de dólares en 2022, y US$6 billones de dólares en 2024.
Como se puede observar, el comercio electrónico sigue teniendo gran potencial y gozando de la preferencia de millones de consumidores. Para los minoristas, es también una buena oportunidad para seguir observando con atención los cambios que se vayan presentando en los hábitos de compra, tanto en las tiendas físicas como virtuales, pues van a impactar directamente sus ventas, canales y productos.
Los datos que permitan monitorear e identificar los cambios en la demanda serán oro molido para ellos. De ahí que será vital que aprovechen herramientas tecnológicas como la analítica avanzada y machine learning para obtener los insights valiosos que se desprendan del comportamiento de sus clientes y sus patrones de consumo.
Asimismo, a partir de dichos conocimientos podrán estructurarse campañas y ofertas mejor dirigidas, y hacer los ajustes necesarios considerando factores sociales, políticos, sanitarios y ambientales que influyen indirectamente en la manera en queDespués de la pandemia los consumidores utilizan un nuevo entorno para realizar sus compras denominado #phydigital, que combina el uso de tiendas físicas y digitales para tener una mayor cercanía y comprensión del trayecto de los consumidores. Click To Tweet
Será interesante observar cómo va a evolucionar el comercio electrónico durante la primera mitad de la década. Probablemente no tendrá un avance de la magnitud del que tuvo en 2020, pero todo apunta a que continuará con un avance firme en el futuro.