Los orígenes de la crisis hipotecaria subprime en septiembre de 2008 se encuentran en una burbuja, en la sobrevaloración de activos (en este caso inmobiliarios) a través de bursatilizaciones hipotecarias en Estados Unidos. Esto vino a sumarse a un entorno de bajas tasas de interés y presiones por generar ganancias a empresas financieras sin medir los riesgos inherentes, lo cual incentivó de alguna forma el endeudamiento de las familias y la concesión rápida y fácil de préstamos (“NINJA loans” por su siglas en inglés No Income, No Job and no Assets) por parte de tales entidades financieras.
Las prácticas deficientes, el empleo de vehículos no medidos apropiadamente y otros complejos entramados financieros generaron un volumen de activos tóxicos que se extendieron a los balances de entidades financieras e inversionistas de todo el mundo y cuyas fatales consecuencias fueron: el debilitamiento de los mercados financieros; la reducción drástica de la liquidez y; la contracción del crédito. Así pues, originó diversos cuestionamientos sobre las reglas de operación vigentes de los sistemas financieros.
Estas discusiones llevadas en diferentes foros y sazonadas por otras crisis que se cocinaron al paso, esperan mejorar la industria financiera respecto a su reputación y confianza, fortaleza financiera y mecanismos de operación para que funcionen como brazo promotor del crecimiento. En particular, las consultas, criterios y definiciones de IASB (International Accounting Standards Boards) derivó, entre otras tantas regulaciones emitidas, en la NIIF (IFRS) 9 y, en que una de sus apartados trata acerca del nuevo proceso y enfoque de estimación del deterioro crediticio.
Es importante tomar en cuenta que su aplicación tiene un impacto relevante, inicialmente, en las entidades financieras por la complejidad del proceso y los recursos que deberán disponerse para gestionarlo. Sin embargo, el reto estará en la segmentación de sus modelos de negocio y en la designación de métodos de medición (riesgo vs. rendimiento) ajustados a sus portafolios, esto es, sacar ventaja del conocimiento que ofrece estos resultados a la institución sobre el mercado y los clientes.
Ahora bien, resulta fundamental echar mano de información granular e histórica, identificar y medir sus relaciones para luego construir una perspectiva predictiva, lo cual implica el desarrollo de escenarios sobre las potenciales condiciones económicas futuras. En muchos casos y en términos de datos, todo esto ya clasifica como big data y para poder manejar tales volúmenes de información es vital contar con soluciones tecnológicas robustas que permitan analizar grandes bases de datos, así como de amplia gama de análisis en un ambiente gobernado y confiable.
El cumplimiento de IFRS 9 apunta preponderantemente a los siguientes retos para todo el sector financiero:
- Modelos de riesgos crediticios: Desarrollar modelos de riesgo crediticio para la medición de las pérdidas esperadas en función de los escenarios estimados.
- Cálculos prospectivos: Evaluar el impacto de potenciales escenarios futuros que puedan afectar el balance de la institución.
- Ampliar el reconocimiento de las PCE (pérdidas crediticias esperadas): Reconocer las pérdidas crediticias esperadas de todos los instrumentos financieros, y al nivel de cada activo o contraparte. Resulta fundamental actualizarlas en cada reporte para reflejar los cambios en el riesgo crediticio de la compañía y comprender el origen de esas variaciones.
- Impactos financieros: El virtual aumento de las provisiones perturbará los indicadores de desempeño clave de los negocios de los bancos y puede afectar los precios del mercado.
Para poder cumplir esta normativa y optimizar la gestión de los negocios es importante que las empresas recurran a expertos que puedan colaborar de cerca, ofreciéndole la tecnología para satisfacer sus requerimientos de rendimiento, gestión de datos, analítica e integración de procesos gobernados, entre otros.
En cuanto a software se refiere, las soluciones analíticas integrales son vitales para cumplir con éxito IFRS 9, ya que les ofrecen a las empresas:
- Gestión, integración y agregación de datos.
- Mejorar la calidad de los datos.
- Tener un mejor gobierno de los datos.
- Desarrollo e implementación de modelos.
- Administración de reglas de negocio.
- Predicción, administración de escenarios y planeación de capital.
- Reportes más sencillos y profundos.
- Conocimiento oportuno de las variaciones o desviaciones del negocio
- Creación de conocimiento para la toma de decisiones.
- Gestión del negocio a través de sus riesgos.
La actuación proactiva de las organizaciones financieras marcará la diferencia no solo en su cumplimento sino también en tomar ventaja del mercado, al calificar y gestionar su riesgo crediticio bajo esta premisa y, con el conocimiento adicional que permitirá detectar y evaluar el comportamiento de sus clientes y productos.
Las empresas deben confiar en especialistas que desarrollen y perfeccionen herramientas y procesos de análisis que permitan mejorar y robustecer este tratamiento de la información. Click To TweetEsto a partir de la recolección y administración eficientes de datos, su análisis y pertinente publicación, lo cual permitirá tener un mayor entendimiento de los riesgos y las oportunidades en las decisiones de negocio.