Cuando usted viaja, va de compras o se hospeda en un hotel espera recibir un servicio de primera, un trato amable y que se cumpla lo que le han prometido. Es lo que exigimos de las empresas y organizaciones con las que tratamos: tener una experiencia que cumpla con nuestras expectativas.

En lo que respecta a los servicios de salud, a lo que aspiramos es a tener una experiencia personalizada cuando llega el momento de tratar algún padecimiento o hacernos un chequeo anual. La mala noticia es que no siempre es así.

Si bien el cuidado de la salud ocupa un lugar fundamental en nuestras vidas, es un área en la que aún no gozaos de una experiencia satisfactoria. Cada paciente es único y recorre un trayecto distinto; y la atención y tratamiento para atender diversas enfermedades –diabetes, cáncer, hipertensión, o incluso un resfriado- dificulta la personalización.

En su afán por brindar atención de mayor valor, las instituciones médicas –públicas y privadas- buscan e implementan recursos tecnológicos para utilizar la enorme cantidad de información derivada de las interacciones diarias con usuarios, proveedores, socios y el mercado mismo.

Sin duda, el sector salud vive una paradoja. Por un lado, la investigación y desarrollo dan paso a medicamentos sofisticados y altamente efectivos, se destinan enormes recursos a la experimentación clínica y se diseñan tratamientos novedosos, poniéndolo así a la vanguardia.

Por otra parte, una regulación estricta, el aumento de la demanda, una población en constante cambio, el aumento de costos y la reducción de los márgenes le plantea serios desafíos.

¿Cómo pueden las organizaciones de esta industria renovarse y asegurar una mayor eficiencia sin perder de vista la calidad y la atención de valor? Enfocarse en cómo el conocimiento (insights) extraído de los datos puede beneficiar a sus pacientes y a la sociedad en general; y por ende, a su propio negocio.

Hoy la analítica y el procesamiento de enormes cantidades de información se están convirtiendo en un remedio eficaz para aliviar lo que más duele a las instituciones y profesionales sanitarios: ser percibidos como entidades deficientes en sus operaciones y faltos de sensibilidad.

Hoy la analítica y el procesamiento de enormes cantidades de información se están convirtiendo en un remedio eficaz para aliviar lo que más duele a las instituciones y profesionales sanitarios: ser percibidos como entidades deficientes en sus… Click To Tweet

El entorno actual y la creciente demanda de los pacientes de mejor atención están obligando a hospitales y clínicas a utilizar distintas ramas de la analítica, como Visual Analytics, Data Management y Personal Data Protection de SAS, entre otras. Todo con el objetivo de aprovechar toda la información que tienen a su disposición con el objetivo de agilizar sus operaciones y elevar la calidad de sus servicios.

De este modo, y al darle acceso a la información en tiempo real a médicos, enfermeras y personal administrativo, éstos tienen una vista más completa de cada paciente, lo que les permite adecuar la atención y tratamientos a su condición individual.

Asimismo, los proveedores de servicios de salud pueden tener una perspectiva precisa de los costos en los que incurren para diseñar mejor sus presupuestos y tomar decisiones que les permitan seguir siendo rentables y aprovechar al máximo los recursos técnicos y médicos que tienen a su alcance.

Un paciente es un cliente, y espera tener una experiencia equiparable a la que recibe de otros proveedores y empresas. Y en el caso de su salud, esto cobra aún mayor relevancia.