¿Alguna vez ha pensado cuántas decisiones importantes debe tomar en la vida? Por suerte no son tantas: a qué colegio o universidad ir, casarse o no casarse, tomar un trabajo o no, en dónde vivir… etc. Nunca habrá una “penúltima” respuesta para estas decisiones, pero todas ellas necesitan de nuestros conocimientos, sentimientos y capacidades.

De la misma manera pasa en las organizaciones: ¿En qué clientes centrarse? ¿Qué productos ofrecer? ¿En qué regiones? En fin, las decisiones estratégicas giran en torno a calcular números, evaluar la situación, incorporar experiencias pasadas y elegir acertadamente. La emergencia y el análisis en la agenda de las organizaciones siempre han jugado un papel importante en el momento de tomar decisiones estratégicas.

Esta analogía que hace Andrew Pease, Principal business solutions manager de SAS, nos deja ver que las grandes decisiones en la vida, requieren de cientos o miles de mini-decisiones diarias que nos llevan a tomar la gran decisión al final, por lo tanto todas las acciones deben ser consistentes y coherentes.

Lo mismo pasa en las organizaciones, una decisión estratégica sin consistencia operativa puede convertirse en un saco roto. Cientos de miles de mini-decisiones operativas deben ser alimentadas a diario por datos relevantes y plenamente compatibles con la estrategia organizacional. (https://nuttyscientists.com/) Esto requiere un cambio en el enfoque y definitivamente un cambio de escala.

Las decisiones a escala significan generar miles de modelos analíticos basados ​​en datos pertinentes enmarcados en la lógica del negocio. Estos modelos deben ser relevantes y flexibles con el fin de evitar problemas en su implementación, pero sobre todo con el objetivo de ser aplicados en toda la organización a lo largo del tiempo.

Entonces la pregunta no sería, ¿qué decisiones está tomando en su organización? Sino ¿cómo las está tomando? Pregunte por SAS Decision Manager y tome decisiones informadas, precisas, oportunas y consistentes.