No cabe duda de que la inteligencia artificial se ha vuelto un motor de transformación sin precedentes, también en el sector público. Su habilidad para optimizar procesos, anticipar necesidades y personalizar servicios está transformando la gestión pública. Esto mejora tanto la eficiencia como la toma de decisiones. Gracias a estos avances, es posible desarrollar soluciones enfocadas en mejorar la vida de los ciudadanos y optimizar la administración pública.
En definitiva, es un tema de gran relevancia para explorar. Por ello, no es casualidad que fuera el eje central de la mesa de debate “Transformación responsable: la (r)evolución de la IA”, que se llevó a cabo en nuestro evento SAS Innovate On Tour. Una oportunidad muy especial donde tuve el privilegio de moderar este panel, en el que participaron Manel Carpio, socio responsable de Riesgos y Regulación de IA en Deloitte; Luis Díez, director de la Oficina del Dato de la Gerencia de Informática de la Seguridad Social (GISS); Fernando de Pablo, director general de la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid; y Carlos Alonso Peña, director de la División de Diseño, Innovación y Explotación del Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública.
Navegando en la transformación digital del sector público
En el ámbito de la gestión pública, más allá de ideologías o tendencias, el verdadero reto es tomar decisiones acertadas que beneficien a la sociedad. En este sentido, la transformación digital juega un papel clave, ya que su propósito en el sector público es claro: aprovechar la tecnología para poner al ciudadano en el centro y tomar decisiones que respondan a sus necesidades. Con esta visión, la Seguridad Social ha decidido dar el salto hacia una “Administración capaz de atender al ciudadano de manera multicanal, de monitorizar de forma activa y efectiva esa interacción, y alcanzar el estado ideal de ser proactivos en la prestación de nuestros servicios”, explicaba Luis Díez.
Para la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid, la clave de la transformación digital está en su propósito. Fernando de Pablo destacó que el objetivo debe estar bien definido y, para él, hay uno claro: mejorar. “Lo que queremos es hacer una ciudad más atractiva y competitiva, con un ayuntamiento más eficiente y una mayor calidad de vida para los ciudadanos a través de los servicios que proporcionamos. Al final, lo que buscamos con la tecnología es que nos permita ser más eficientes y productivos", afirmó.
Carlos Peña, por su parte, destacó que un factor clave en esta transformación es el uso de los datos en las Administraciones Públicas. En la Dirección General del Dato, "hemos consensuado unos principios que debería tener una administración orientada a los datos", con el fin de impulsar la toma de decisiones basada en información objetiva y no en percepciones, fomentando así la cultura del dato y facilitando la transformación digital.
¿Qué iniciativas de IA están redefiniendo los servicios de la administración pública?
Los proyectos presentados por nuestros ponentes compartían un enfoque claro: poner al ciudadano en el centro. Según explicó Díez, por un lado, se centran en la monitorización y análisis del impacto de las políticas públicas, y por otro, en "uno de nuestros proyectos pioneros, que comenzamos hace 10 años con SAS, enfocado en la lucha contra el fraude en el ámbito de la Tesorería". Peña, a su vez, detalló que, junto con el Ministerio de Sanidad y el Comité Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de las CC.AA. han puesto en marcha el ‘Espacio Nacional de Datos de Salud’ que busca facilitar a los investigadores el uso secundario de los datos sanitarios para realizar estudios que beneficien al ciudadano. Se trata de un proyecto que permite mejorar la atención sanitaria y el diagnóstico de enfermedades, apoyando investigaciones más precisas y eficientes.
Desde la Oficina Digital del Ayuntamiento de Madrid, De Pablo contó los distintos proyectos que van desde lo más económico hasta lo social. Junto con la Agencia Tributaria de Madrid y SAS han creado un “laboratorio tributario donde recopilamos datos y los conectamos con otros para realizar análisis predictivos y prescriptivos, así como para mejorar el control de fraude y ofrecer mejores servicios”, explicó Fernando. Y, por otro lado, a nivel social, han desarrollado un sistema de IA generativa para identificar a aquellas personas en riesgo de sufrir soledad no deseada y, así, poder dirigir la atención de los servicios sociales hacia ellos.
Reglamento de IA europeo: ¿impulso o freno a la innovación?
El nuevo reglamento europeo busca proteger a los usuarios de posibles malas prácticas en el uso de la IA, pero ¿supondrá una limitación a la capacidad de innovación? Manel Carpio comentó que considerar esta regulación como un obstáculo es una percepción subjetiva y debatible. Los puntos que la UE pretende abordar con esta normativa incluyen la velocidad de implementación de la IA generativa y la creación de estándares globales. Según Manel, “Europa busca aplicar el Efecto Bruselas”, es decir, pretenden ser pioneros en la regulación de este campo, con la expectativa de que otros países adopten normativas similares para poder operar en el mercado europeo. No obstante, subrayó que la regulación "no nos prohíbe hacer prácticamente nada", por lo que no debería verse como un freno a la innovación.
En cuanto al uso de la IA generativa, los panelistas recalcaron que, aunque esta tecnología puede ser muy eficaz, es necesario avanzar con cautela. En el ámbito de la Seguridad Social, Díez señaló que, si bien ven un gran potencial en esta herramienta para apoyar tanto a los trabajadores como a los ciudadanos, así como en el uso de datos sintéticos, afirmó que “estamos planteándonos trabajar con ella, pero siempre un poco desde la tranquilidad y viendo también todos los aspectos normativos”. En la misma línea, De Pablo destacó que la IA generativa tiene aplicaciones muy útiles, pero insistió en que se debe proceder con precaución. Para él, “la confianza es fundamental en la Administración Pública y un paso en falso podría ser muy delicado” poniendo en peligro la democratización de la tecnología y la protección de datos.
Al reflexionar sobre nuestra conversación, es evidente que la incorporación de la IA en el sector público está transformando tanto la prestación de servicios como la toma de decisiones. En definitiva, con un enfoque sólido en la innovación y la ética, es posible desarrollar una administración más proactiva y orientada a las verdaderas necesidades de los ciudadanos, impulsando así un futuro más justo y eficiente.