El perfil de un analista de datos es cada vez más demandado en el plano profesional. Ante este panorama, el equipo de Academics de SAS y la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) unieron fuerzas en el año 2020 para impulsar el Grado en Business Analytics powered by SAS con la finalidad de dar respuesta a la creciente demanda de perfiles capaces de analizar e interpretar la gran cantidad de datos que hay en el entorno y que manejan las compañías e instituciones.
Dos años después, hemos hablado con Inés Álvarez y Carmen Vila, dos estudiantes de Business Analytics de la UFV, que nos cuentan su experiencia en el paso por la universidad y sobre su decisión de realizar su trabajo de fin de grado (TFG) con SAS.
El nacimiento del interés por la analítica de datos
Para comenzar, quisiéramos saber: de pequeña, ¿qué queríais ser?
“Oh, ¡he querido ser muchísimas cosas! Desde bailarina y cantante hasta médico y profesora de lengua y, en un determinado momento, también jugadora de baloncesto profesional. No fue hasta los 16 años que comencé a desarrollar un interés por las carreras técnicas. Tenía una gran curiosidad por aprender realmente cómo funcionaba la tecnología de mi alrededor, y cómo hacer uso de ella para desarrollar nuevas ideas”, confiesa Inés.
Por su parte, Carmen se aproxima a esta pregunta desde una perspectiva diferente: “la verdad que creo que la pregunta debería ser ¿qué no has querido ser de pequeña? Han sido muchas las cosas que yo deseaba ser: primero fue florista, luego astronauta y luego médico. La mayoría de mi familia se dedica al sector de la salud, y el hacer el bien y mejorar la vida de aquellos a mi alrededor era lo que me movía para elegir las distintas profesiones”.
Tras pasar por esa fase, a la hora de elegir una carrera, ¿entre qué carreras dudasteis al principio?
“Lo cierto es que tenía claro que quería una carrera que estuviese relacionada con tecnología. Me planteé Ingeniería Biomédica y ¡hasta Química! Sin embargo, mi tutora me hizo ver que, aunque me atrajera mucho el pensamiento analítico, yo necesitaba una parte más humana en mi día a día. Ahí fue cuando entró Derecho en la ecuación. Business Analytics vino más tarde, ya que no supe de esa alternativa hasta casi finales de 2º de Bachillerato”, relata Carmen.
En cambio, Inés nos explica que “una vez supe el campo al que me quería dedicar, la decisión final quedó entre Matemáticas y Física, Ingeniería Industrial o, pero esta llegó mucho después, Business Analytics. Una vez que me hablaron de la existencia del recién creado Doble Grado en Business Analytics e Ingeniería Informática en la Universidad Francisco de Vitoria, hubo un claro ganador”.
¿Cuándo comenzasteis a pensar en una carrera en analítica? ¿Teníais algunas habilidades o talento que os llevaran en esta dirección?
“No fue sino hasta el final de mi último año escolar, a pocos meses de tener que tomar la decisión final, que asistí a la conferencia que cambiaría mi percepción de lo que quería para mi futuro. Una conferencia sobre Big Data. Fue entonces que me di cuenta de que yo quería ser una de las personas que consiguiesen dar sentido a estos “grandes datos”, y emplearlos para hacer nuestras vidas un poco más fáciles, tanto desde el punto de vista de las empresas como de los consumidores”, afirma Inés.
Al respecto, Carmen puntualiza que “fue a raíz de las tutorías sobre orientación profesional en mi colegio. Comencé a pensar con qué carrera quería hacer Derecho, puesto que deseaba hacer un doble grado que me retara y que me permitiera también mejorar, de alguna manera, la vida de aquellos a mi alrededor. Buscaba una carrera que me permitiera "no renunciar" a mi parte de Ciencias y, cuando vi que la UFV planteaba el grado de Business Analytics + Derecho, no lo dudé ni un momento. Soy consciente de que es un grado poco común, dado que combina habilidades muy distintas, pero yo disfruto la dualidad”.
¿Cómo os ha ayudado la universidad?
Para Carmen, “la UFV es una universidad que posee y transmite a sus alumnos un enfoque muy humanista. Esta mentalidad aplica también a los datos: la analítica no solo sirve para extraer información de cantidades masivas de datos, sino para que el conocimiento extraído pueda emplearse para mejorar la sociedad. Por supuesto, también existe una parte académica muy importante, que se manifiesta a través de los acuerdos entre la Dirección del Grado y SAS, de manera que los alumnos de Business Analytics tengamos la oportunidad de obtener certificaciones muy potentes en analítica de datos en SAS. La combinación de ambos aspectos nos permite a los alumnos de Business Analytics de la UFV tener una clara ventaja competitiva en cuanto a formación y unicidad frente a otros estudiantes de analítica a la hora de entrar al mundo laboral”.
Entre tanto, Inés sostiene que para ella la universidad fue vital para su decisión de carrera, ya que “fue la Universidad Francisco de Vitoria la que organizó la ponencia sobre Big Data que finalmente me abrió los ojos. Recuerdo que la universidad trajo a mi colegio diferentes expertos en sus áreas a que nos hablasen de sus experiencias en la empresa, de las posibilidades del análisis de datos y del volumen de datos que cada vez más empresas eran capaces de recopilar, si no de realmente llegar a usar. La universidad me cautivó entonces y lo ha seguido haciendo a lo largo de estos cuatro años de carrera con cada decisión y oportunidad formativa que me ha brindado, sobre todo en lo que respecta a la colaboración con SAS y, especialmente, a la elaboración de mi TFG”.
De la teoría a la práctica
Contadnos sobre vuestro TFG actual. ¿Qué habilidades habéis puesto en práctica y qué es lo que más os gustado?
Sobre su TFG, Inés explica que “consiste en el análisis de la calidad del dato en el sistema nacional de ADN en relación con los casos de desaparición, en colaboración con SAS y el Ministerio del Interior, en concreto, con el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES). Fue una experiencia única e increíble, en la que tuve la oportunidad de analizar datos para resolver problemas. En el caso concreto de mi TFG, el problema era entender cómo estábamos almacenando los datos en el sistema nacional de ADN, y qué podía hacerse para almacenar los datos de una manera más eficiente. Estaba aterrorizada ¡No sabía lo que iba a encontrar!¡Ni siquiera sabía nada sobre el ADN! Pero cuando todo fue encajando y pudimos entender lo que los datos nos dejaban ver, fue una de las experiencias más gratificantes de mi vida adulta”.
Sobre su experiencia, Carmen nos cuenta que su TFG “parte de una colaboración tripartita entre la UFV, SAS y la división de Violencia de Género del Ministerio del Interior. El objeto de mi TFG era el análisis del perfil criminal y estudio de la probabilidad de reincidencia en agresores con un número de víctimas elevado (plurivictimizadores) y sus correspondientes tasas de reincidencia y tipos de violencia existentes. Según impresiones del Ministerio del Interior, las conclusiones y los modelos aplicados son buenos y coherentes con la información ya existente, por lo que están muy satisfechos con mi trabajo. Lo que más he disfrutado, tanto en la investigación como en la defensa, ha sido el pensar que los resultados obtenidos van a poder ser útiles para el Ministerio para contribuir a aumentar la protección de las víctimas”.
¿Qué otro consejo daríais a un estudiante universitario que está pensando en aprender SAS? ¿Qué haríais de forma diferente si volvieras a comenzar tu educación?
“Mi consejo sería que se lo tomara en serio desde el principio. Creo que muchos estudiantes universitarios no son realmente conscientes de la dificultad que presentan las certificaciones y que no se trata de certificaciones que, en principio, estén dirigidas a un alumno universitario, así como de las múltiples aplicaciones que tiene SAS. En mi opinión, es importante comenzar a aprender SAS teniendo claro, en primer lugar, que el esfuerzo empleado siempre acaba por dar sus frutos y que es importante pedir ayuda si te encuentras atascado y, en segundo lugar, que la constancia en el aprendizaje lleva mucho más lejos que entenderlo todo a la primera, confiarse y dejar de aprender” aconseja Carmen.
Por su parte, Inés reflexiona que “para aprender SAS, como para aprender cualquier nueva habilidad, es necesario querer aprender. Tener curiosidad, e indagar y saber cuáles son las posibilidades que ofrece esta nueva habilidad, de manera que cuando sea difícil o queramos tirar la toalla, sepamos qué recompensa nos espera al otro lado de la meta. Pero, sobre todo, no temer pedir ayuda a los profesionales. SAS cuenta con un equipo increíble de expertos que han estado a nuestra disposición y ha querido enseñarnos, y es una oportunidad de la que, en retrospectiva, pienso que no he aprovechado lo suficiente. Si tuviera que volver a empezar mi educación, esto es esencialmente lo que haría diferente: pediría más ayuda. ¡Nadie nace sabiendo! Y no hay nada peor que frustrarse intentando fingir lo contrario”.
Una mirada hacia el futuro
¿Qué crees que os ha aportado aprender SAS desde el punto de vista profesional y personal?
“Aprender SAS, profesionalmente, me ha posicionado en un nivel competitivo mucho más alto del que partía inicialmente. Además, en conversaciones con diferentes profesionales, en especial del sector tecnológico, SAS es un nombre reconocido y que ha despertado el interés, y sorprendido gratamente, de aquel al que le informaba de mi formación en SAS. A nivel personal, gracias a la increíble oportunidad de aprendizaje que me brindó con mi TFG, me ha permitido crecer y desarrollarme, conocer sectores nuevos que nunca había considerado y maneras de emplear el dato para hacer mucho bien. Y, quién sabe, quizás abrirme los ojos a todo un nuevo abanico de posibilidades para mi futuro”, precisa Inés.
Para Carmen, “desde el punto de vista profesional, me ha brindado una gran oportunidad a la hora de plantear mi TFG, dado que, de no haber tenido SAS, nunca hubiera podido realizar mi TFG con el Ministerio del Interior y haber analizado situaciones de gran impacto en la sociedad en un momento en el que mi carrera profesional casi acaba de empezar. Desde el punto de vista personal, la dificultad de las certificaciones y compatibilizar su estudio con un doble grado bastante exigente me ha hecho tener que esforzarme y poner en práctica todo lo aprendido durante la carrera, retándome y obligándome a tener constancia y disciplina, al ser unos cursos en su mayoría autodidactas, a pesar del material disponible en la web de SAS".
¿Qué retos os planteáis para el futuro?
“En realidad, creo que todos los retos que me planteo se podrían llegar a resumir en uno solo: seguir aprendiendo. Mi grado en Business Analytics es solo el comienzo, y me ha servido enormemente para empezar a comprender cómo funciona la tecnología y qué información puede extraerse de ella. Yo creo que la carrera ha servido para enseñarme "qué" es la analítica y "por qué" hemos de emplearla, pero seguir aprendiendo me permitirá conocer el "para qué" hemos de emplear la información. Dentro de la analítica de datos, la parte que más me interesa es aquella que puede aplicarse al sector jurídico. El "derecho de los datos" o "Derecho Digital" me parece muy importante para poder aplicar el derecho al día a día de una manera que permita que la información extraída de diferentes modelos y aplicaciones permita mejorar nuestra vida” concluye Carmen.
Inés, por otra parte, nos confiesa que es una de las preguntas que más le cuesta responder: “no sé aún a qué sector concreto me quiero dedicar, ni qué clase de rol específico es el que más disfruto. Pero mi reto, en cualquier caso, es nunca perder la curiosidad que inicialmente me motivó a dedicarme al análisis de datos. Cuando crea que lo entiendo todo, dudar otra vez, y preguntar y hacer las cosas diferentes. Nunca perder la ilusión por aprender ni por hacer algo nuevo”.
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