La crisis del Covid-19 ha supuesto un auténtico punto de inflexión en la forma en la que trabajamos. De la noche a la mañana millones de empresas de todo el mundo se vieron obligadas a trasladar sus operaciones al entorno digital, así como la forma de relacionarse con sus empleados, provocando cambios profundos en la gestión del talento.
Flexibilidad, responsabilidad y comunicación
La gestión del talento se ha convertido en un aspecto clave para que las empresas puedan hacer frente a todos los cambios en su entorno y continúen siendo productivas.
En SAS hemos basado la gestión del talento durante la pandemia en tres pilares: flexibilidad, responsabilidad y comunicación. En un primer momento, nos basamos en la flexibilidad, como uno de nuestros principios como organización, entendiendo la necesidad de ser respetuoso con la situación particular de cada uno, pidiendo al mismo tiempo a nuestros empleados responsabilidad para compatibilizar su situación personal con el compromiso con la compañía, con el negocio y con los clientes.
El tercer pilar de nuestras iniciativas fue la comunicación. En este sentido, implantamos reuniones virtuales para mantener el contacto entre los equipos y, además, instauramos una reunión en la que el Director General y yo mismo explicábamos a todos los empleados cómo estábamos gestionando la crisis, ofrecíamos información de negocio y respondíamos a las preguntas de los empleados. En un principio se hacían de forma semanal, pero con el paso del tiempo se fue espaciando su periodicidad.
Además de todo esto pusimos en marcha iniciativas para mantener al equipo unido en la distancia, como cafés o celebraciones virtuales, y reforzamos nuestro programa de apoyo al empleado con actividades para fomentar el bienestar físico y mental.
Trabajo presencial y remoto
La pandemia nos ha demostrado que muchas compañías son ya capaces de gestionar en base a resultados y que, si todos somos responsables y asumimos nuestro rol dentro del equipo, se mantiene la productividad. Por eso en SAS apostamos por un modelo híbrido que aproveche las ventajas tanto de la presencialidad en la oficina como del trabajo en remoto.
Nuestro objetivo es implantar un modelo que permita al empleado trabajar de la manera que se adapte mejor a sus necesidades personales y a las del negocio, basado en dos fundamentos: flexibilidad y responsabilidad. En definitiva, se trata de que, en aquellos puestos que lo permitan, los empleados tengan la capacidad de organizarse de la mejor manera posible atendiendo a las necesidades del negocio y acordándolo con sus grupos de trabajo.
La importancia de la diversidad
La diversidad y la inclusión están ya en la agenda de todas las organizaciones, pero para SAS, además, son además uno de nuestros objetivos como compañía e incluso tenemos equipos de trabajo dedicados a fomentar y concienciar de la importancia y las ventajas de ser una compañía más diversa e inclusiva.
Hasta ahora nos hemos dedicado a hacer un trabajo de concienciación, hemos impartido formación para entender que todos tenemos prejuicios o sesgos inconscientes y hemos revisado nuestros procesos de Recursos Humanos para que éstos tengan en consideración los principios de diversidad e inclusión en todo momento.
Esto, además, lo hemos alineado con un proyecto local en España, que es el plan de igualdad, al que hemos dado la orientación de diversidad e inclusión. Nuestro objetivo es conseguir que la compañía sea equitativa, esté libre de prejuicios y que tengamos unas miras mucho más amplias para admitir la diversidad y fomentar la inclusión.
El valor de la curiosidad
La curiosidad es uno de nuestros valores y, teniendo en cuenta que en SAS intentamos obtener respuestas de datos o de información, necesitamos perfiles curiosos. En el día a día, buscamos gente que tenga la capacidad de decir lo que opina y de proponer con libertad. Para ello es fundamental que la compañía ofrezca un entorno seguro, que escuche y valore las propuestas de los empleados, de modo que éstos no tengan miedo a equivocarse.
Al mismo tiempo, para fomentar la curiosidad hemos decidido premiarla como uno de nuestros valores como compañía, junto a responsabilidad, autenticidad y pasión. Así, cada trimestre los propios empleados nominan a otros compañeros que consideran que encarnan estos valores y hacemos un reconocimiento a aquellas personas que hayan obtenido más votos en cada categoría.
Cerca del mundo académico
Muchas compañías ahora se encuentran actualmente buscando talento tecnológico tras el parón que se produjo durante la pandemia. Aunque en SAS nunca hemos dejado de invertir en talento, ahora hay mucha demanda de perfiles como los que tenemos dentro de la compañía, por lo que es más complicado atraer y retener a los profesionales.
A nosotros nos gusta poner en valor que pretendemos ser una compañía especial, basada en pilares como la responsabilidad y la flexibilidad. Además de ser competitivos en remuneración y beneficios, buscamos retener a la gente porque crea que somos una compañía diferente, porque cree en el proyecto y porque le apetece que su contribución sea más visible de lo que podría ser en otra organización. Aquí nuestro papel en iniciativas como Data4Good, que permiten ver cómo nuestro trabajo ayuda a mejorar la sociedad, se valora mucho, especialmente entre los candidatos más jóvenes.
Por otro lado, desde SAS estamos haciendo un gran esfuerzo por estar cerca del mundo académico, porque nos damos cuenta de que los universitarios necesitan tener una preparación adicional, especialmente a nivel tecnológico, para poder entrar en el mundo profesional. En este sentido, estamos firmando muchos acuerdos con universidades públicas y privadas para hacer programas, postgrados y grados para fomentar el uso de SAS entre los estudiantes y esto, a su vez, nos permite tener una bolsa de futuros candidatos.
Existe una escasez de conocimiento de tecnología SAS en el mercado y por eso invertimos y fomentamos desde la base: la educación.
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