El tiempo corre; se aproxima cada vez más la entrada en vigor de IFRS 17 (International Financial Reporting Standard). No obstante, la decisión de IASB para retrasar 12 meses más la entrada en vigor de esta norma (para el primer día de 2022), las empresas aseguradoras de gran parte del mundo siguen trabajando para cumplir con este estándar.

IFRS 17 estipula, cabe recordar, los principios para el reconocimiento, medición, presentación y divulgación de los contratos de seguros, con el objetivo de que la información financiera que las empresas del sector provean al público e inversionistas sea lo más relevante y normalizada posible, de tal suerte que sea posible comparar su desempeño financiero y de sus productos.

El trabajo que están realizando las aseguradoras alrededor de la interpretación de estos principios registra amplios progresos, aunque aún quedan algunas dudas por resolver. En tanto, la implementación de tecnologías y servicios clave les está permitiendo vislumbrar su desempeño -adaptado a estas normas- y generar procesos repetibles que faciliten el análisis y la consolidación de áreas, procesos y enormes volúmenes de datos, creando así los reportes integrales que tienen que presentar ante las autoridades correspondientes y aquellos pertinentes para su propia gestión.

Persisten, sin embargo, una serie de retos por afrontar, entre los cuales destacan:

• IFRS 17 requiere que actuarios, administradores de datos, facilitadores de tecnología y las áreas de finanzas colaboren de forma estrecha para disponer de la información, generar los procesos, identificar los roles y la secuencia de las actividades a seguir, así como entregar los cálculos con la calidad y oportunidad requerida.
• Las compañías aseguradoras deben cumplir, además, de forma simultánea, con otras regulaciones como Solvencia II o IFRS 9 de manera eficiente.
• Estas entidades tienen que hacer inversiones importantes e integrar múltiples soluciones, ya que la mayoría de ellas sólo soporta parte del proceso de cumplimiento.
• Cumplir con los inversionistas, accionistas y reguladores quienes urgen a las aseguradoras presentar en tiempo y forma la información necesaria como lo señala este estándar.

La versatilidad y robustez de la tecnología respecto a la analítica, la orquestación de procesos y su gobernanza ha demostrado su efectividad y valor para las empresas líderes, las cuales enfrentan los retos como los manifestados para IFRS 17. Particularmente, en estos tiempos en que las aseguradoras tienen que generar mediciones totalmente nuevas al momento de reportar su situación financiera.

En este sentido, las áreas involucradas se deben apoyar en modelos de datos predefinidos, gestionar las reglas de negocio, realizar cálculos y validaciones respectivas y llevar a cabo la publicación de resultados, soportados por el gobierno completo del proceso, de tal manera que permita transparentar el proceso de la contabilidad de los contratos de seguros.

En la práctica, el software analítico y los servicios que ofrecen empresas como SAS están permitiendo a los jugadores de la industria aseguradora superar los obstáculos a los que se enfrentan y acelerar su cumplimiento eficientemente.

Otra ventaja competitiva de la tecnología SAS es la realización de cálculos actuariales, financieros y riesgos, y su presentación en reportes sobre una misma plataforma, lo que asegura la consistencia de datos comunes y sus resultados. Es aquí donde es posible ampliar la colaboración entre TI, gestores de información, actuarios, riesgos y el equipo de Finanzas y Contabilidad para consumar este requerimiento en particular, y expandir las capacidades de administración de la organización.

La tecnología SAS permite acelerar los cálculos necesarios y los procesos a lo largo de su organización, a través de una plataforma unificada en la que todas las partes interesadas colaboren coordinadamente. Click To Tweet

IFRS 17, al igual que otros estándares similares, seguirá evolucionando. SAS trabaja de forma estrecha con las empresas aseguradoras para ofrecerles la agilidad y capacidad de reaccionar a los cambios en las regulaciones y las dinámicas propias del mercado.