La atención a los ciudadanos es una preocupación y prioridad creciente en los gobiernos de casi todo el mundo.
Las administraciones, sin importar origen político no sólo buscan mejorar la vinculación con los ciudadanos sino incrementar la eficiencia, promover transparencia y desarrollar procesos menos engorrosos y burocráticos que obviamente reducen costos.
Alcanzar estos objetivos no es fácil, pero existe una herramienta, la analítica, que permite tomar decisiones y desarrollar procesos y políticas para mejorar los servicios al ciudadano, incrementar la incidencia de los programas sociales que se adelantan con las diferentes poblaciones objetivo y mejorar la seguridad, entre otros factores.
En la actualidad, la analítica se utiliza en varios procesos y entre ellos se destacan: detectar y corregir las inconsistencias en el Sisbén, distribuir en forma más equitativa los recursos para el mejoramiento de la infraestructura educativa en los diferentes municipios, generar ahorros a través de una mayor eficiencia en el manejo de los recursos energéticos y establecer campañas y acciones para disminuir la incidencia del cáncer en el país con planes a cinco, diez y veinte años.
Poner la analítica al servicio de este tipo de programas y procesos requiere del cruce de datos especializados como contextos sociales, demográficos y territoriales particulares, que según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en una investigación realizada el año pasado (2017), son los que permiten diseñar e implementar políticas públicas de alto impacto en Latinoamérica y El Caribe.
De acuerdo con el BID, en la actualidad algunos de los usos de mayor impacto de la analítica se están dando en: políticas de manejo de la pobreza en India -se están utilizando imágenes satelitales nocturnas y datos para analizar la cobertura eléctrica en las más de 600.00 aldeas-, soluciones de transporte en Filipinas -a partir de bases de datos se crearon portales interactivos que permiten a los usuarios hacer seguimiento a proyectos viales con financiamiento público o visualizar y analizar información de velocidad del tráfico-, en salud en Sudáfrica -generaron algoritmos que permiten unificar las bases de datos de las instituciones públicas con información sobre el SIDA-, y de seguridad en Bogotá -se están aplicando soluciones que permiten establecer asociaciones entre crimen e infraestructura urbana tomando información de las rutas de buses y el modelamiento de terreno riesgoso para identificar horas de mayor criminalidad y poder predecir qué áreas pueden sufrir crímenes en el futuro-.
Inspirar a las personas a hacer cosas extraordinarias, es uno de los objetivos de SAS, y el mismo está alineado con este frente de operación, pues es través de la analítica avanzada, se puede transformar el mundo de los datos en un mundo de inteligencia, generando grandes avances, particularmente en el frente ejecutivo y de administración del Estado.
