Planeación y optimización, la fórmula para las empresas demand-driven
Sus clientes tienen mucho qué decir; más de lo que usted cree. ¿Los está escuchando? No necesariamente tiene que charlar con ellos cuando realizan una compra –en la tienda o el portal de comercio electrónico. Lo que comunican va más allá de lo verbal: sus hábitos de compra, preferencias, presupuestos, necesidades, e incluso los eventos y el entorno encierran una riqueza de información que puede ser crucial para saber lo que los consumidores requieren hoy y en el futuro.
A partir de esos elementos, los retailers pueden planear sus estrategias de venta de acuerdo con la demanda y optimizar sus operaciones para responder en tiempo real a las variaciones del mercado.
No obstante, muchos de los jugadores de la industria del retail siguen afrontando retos. Por ejemplo, algunos aún manejan el grueso de sus actividades de cadena de suministro con hojas de cálculo; carecen de visibilidad de sus ventas e inventarios, dificultando identificar los patrones de compra y prepararse para responder; cuentan con capacidades tecnológicas limitadas; y no tienen los procesos ni la habilidad de combinar información de las transacciones y del mercado para sincronizar la oferta y la demanda.
Superar estos desafíos y conocer los patrones de compra de los consumidores y reaccionar en tiempo real al comportamiento del mercado requiere de planeación y optimización de la demanda. Con ésto, los retailers pueden hacer pronósticos muy precisos basados no sólo en la información histórica, sino también en posibles escenarios futuros (what if).
Esencialmente, mediante soluciones especializadas como SAS for Demand-Driven Planning and Optimization, se adquieren capacidades críticas que pueden marcar la diferencia en la carrera por los clientes y conformar una estructura de procesos robustos para el manejo y posicionamiento de mercancías.
En principio, los minoristas son capaces de visualizar las señales y los datos del mercado, de manera rápida y sencilla, para predecir los resultados; esto es, a partir de dicha información es posible entender los cambios en la compra de productos y simular la demanda futura al integrar variaciones como el precio, promociones, campañas de marketing y otros factores mediante el análisis de escenarios potenciales.
En lo que se refiere a la administración de los inventarios, la planeación y optimización de la demanda logran automatizarla a fin de crear jerarquías de productos y determinar el modelo de distribución más adecuado a partir de estadísticas, reglas de negocio y pronósticos. De este modo, se logran mantener niveles óptimos que evitan existencias reducidas o excesivamente altas.
De igual forma, con el apoyo de técnicas de data mining, los pronósticos del éxito que tendrán los lanzamientos de nuevos productos son más exactos.
Finalmente, y no por eso menos importante, la planificación de negocio integrada (IBP, por sus siglas en inglés) permite hacer una predicción más precisa de la demanda y ofrece soporte de procesos, planeación colaborativa, visualización, analítica avanzada y optimización. A su vez, es capaz de medir el impacto potencial en los ingresos, los costos, las ganancias, la satisfacción de los clientes y en el capital circulante.
Con la planeación y optimización basadas en la demanda, las compañías no tienen que hacer malabares para empatar ésta con la oferta gracias a que pueden hacerlo de forma automática, y concentrarse así en elevar su rentabilidad y la satisfacción de sus clientes.
Con la planeación y optimización basadas en la demanda, las compañías no tienen que hacer malabares para empatar ésta con la oferta gracias a que pueden hacerlo de forma automática, y concentrarse así en elevar su rentabilidad y la satisfacción… Click To TweetLos líderes del mercado se están convirtiendo en empresas demand-driven gracias a que ven a la demanda desde una perspectiva totalmente nueva y están escuchando cuidadosamente lo que los clientes y el mercado tienen qué decir.