En un momento en el que el boom del Big Data se está enfocando en la tecnología y en las grandes oportunidades que crea, es posible que se le esté prestando poca atención a la forma en la que las grandes cantidades de información que se generan a diario, están cambiando la cultura en las organizaciones. Tal vez es el momento de adaptarse y evitar que los lagos de datos se conviertan en pantanos de datos, ¿Cómo lograrlo?
Olivier Penel, experto en gestión de la información en SAS, cree que usar la tecnología especializada para la gestión del Big Data puede cambiar radicalmente la manera en la que las compañías toman decisiones y transformar la participación y colaboración de TI para extraer insights a partir de la información.
Las nuevas fuentes de datos y los nuevos escenarios de negocio están pidiendo un marco de trabajo que les permita delimitar y alcanzar las metas que se proponen. Por ejemplo, saber por qué vía me está comprando mi cliente, a qué hora y cómo lo está haciendo, son aspectos claves que solamente puede proporcionar una solución como SAS Data Governance y romper con algunos paradigmas.
Por ejemplo, muchas iniciativas hoy están basadas en la promesa de que un nuevo insight puede transformar por arte de magia sus procesos de la noche a la mañana. Este cambio dramático para las empresas en la forma de tomar decisiones puede generar algunos riesgos como ahogarse en la cantidad de información propia.
Entonces, ¿Cómo no morir en el intento?
Las nuevas fuentes de datos y sus formas de uso, están impulsando una serie de nuevos requerimientos para poder ejecutar estrategias de gobierno de datos. Sin embargo, esto no significa que cambien los objetivos de este proceso, al contrario los soportan e impulsan. Viendo este panorama, es recomendable pensar en estos puntos:
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La vinculación a nuevas fuentes de datos, especialmente a fuentes externas y datos no estructurados, pondrán a la información fuera del alcance de los típicos programas de gobierno de datos existentes y no será posible cumplir los estándares y controles de calidad que usualmente vienen de la fuente.
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Soportar grandes cantidades de información en un data lake puede generar algunos interrogantes en términos de regulación y privacidad. ¿Tendremos derechos para almacenar estos datos? ¿Por cuánto tiempo los podremos almacenar? ¿Deberíamos acceder a esos datos?
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El intento de cumplir un alto nivel de calidad para el big data, aveces puede aniquilar los beneficios esperados sobre la velocidad de la integración de los datos y la capacidad de manejar datos en tiempo real. Debe haber un equilibrio entre la calidad y los beneficios de la velocidad de los datos.
En pocas palabras, el Big Data, trae nuevas fuentes de datos (Internas o externas) y para ser utilizadas como parte de un nuevo escenario, es necesario que las organizaciones actúen de manera estratégica para ganar ventaja competitiva aprovechando su activo más valioso: los datos.
Ignore esas preguntas y embárquese en el viaje del Big Data en medio de un pantano de datos. Pregunte por SAS Data Governance aquí.