Afirmar que la pandemia del COVID-19 ha cambiado nuestra forma de vivir y trabajar se ha convertido prácticamente en un tópico en los últimos meses. Sin embargo, no todas las empresas o sectores han cambiado de la misma manera, sino que existen algunas diferencias interesantes en cuanto a adaptación y desarrollo.

Una cuestión en constante evolución

Ana Mosquera, Vicepresidenta Senior responsable de los mercados de energía y servicios públicos, telecomunicaciones y medios de comunicación en España para Capgemini, compara el efecto de la pandemia con la evolución de las especies.

"Sabemos que las especies evolucionan, sobre todo tras periodos de gran dificultad. Estos momentos nos obligan a utilizar nuevas habilidades para gestionar los cambios en nuestro entorno. En este sentido, la pandemia ha reforzado una modificación de nuestros hábitos como consumidores, trabajadores y personas, obligándonos a recurrir a nuevas tecnologías. Ahora que hemos visto lo útiles que son, no creo que volvamos atrás, por lo que el teletrabajo, las compras online y las reuniones virtuales han llegado para quedarse. También considero que ha surgido un nuevo perfil de consumidor, más digital, más responsable y definitivamente más sostenible. Los nuevos consumidores quieren interactuar con diferentes canales de la misma manera, y esto tiene grandes implicaciones para las empresas", señala Ana Mosquera.

Sin lugar a dudas, nos encontramos en un momento en el que las empresas son conscientes de que, para seguir siendo competitivas en el mercado, tienen que aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología. En muchos casos, esto implicará el uso de inteligencia artificial (IA), para analizar los datos y las transacciones de los clientes y extraer inteligencia para apoyar esta evolución continua. Sin embargo, Ana Mosquera considera que hay diversas expectativas sobre la IA y la mayoría de ellas son poco realistas.

"Hay que ver el potencial de la inteligencia artificial. Creo que en algunos casos se subestima, y en otros tantos se sobrevalora. Algunas organizaciones simplemente no son conscientes de cómo pueden utilizar el machine learning explotando los datos. Otras han creado expectativas que superan las capacidades actuales de la inteligencia artificial y parecen pensar que es una especie de caja negra capaz de resolver cualquier problema desde el punto de vista tecnológico”, añade Mosquera.

Factores determinantes que influyen en la transformación

Mosquera destaca que la mayoría de las empresas que están consiguiendo llevar a cabo la transformación digital tienen un largo historial de innovación, pero, además, la cuestión del tamaño también es determinante.

"En general, las empresas que han logrado cumplir con la transformación digital comenzaron el proceso hace mucho tiempo y la mayoría de ellas son de tamaño grande. En este sentido, innovaciones como la nube, los datos y los cambios en los hábitos de los consumidores han favorecido tanto a estas grandes empresas como a aquellas que nacieron digitales. Sin embargo, la situación es muy diferente en las pequeñas y medianas empresas, que aún están lejos de estar totalmente preparadas para aprovechar el potencial de las tecnologías emergentes. Las empresas manejan enormes cantidades de datos, pero el nivel de madurez en su uso, su calidad y gobierno y las estrategias para monetizar los datos son factores clave tanto para la optimización como para el crecimiento," afirma Ana Mosquera.

La adopción a gran escala del 5G podría suponer un cambio importante en el actual escenario, pero todavía hay muchas preguntas por responder.

"Creo que el 5G acabará democratizando no sólo la inteligencia artificial, sino muchas otras tecnologías emergentes. Sin embargo, como organizaciones responsables, tenemos que reflexionar acerca de la ética de la IA. Todos tenemos que asegurarnos de que nuestros modelos de datos no sean sesgados, no discriminen y nos ayuden a ser más diversos e inclusivos. Creo que esto requerirá de la cooperación de todas las especialidades, ya que necesitamos una comprensión holística de las implicaciones de estas tecnologías para las empresas y la sociedad", continúa Ana Mosquera.

Perspectivas optimistas

A pesar de todas las preocupaciones e incertidumbres, existe un cierto optimismo sobre el futuro de la transformación digital.

"La pandemia nos ha movido hacia la digitalización y estamos asistiendo a la creación de una nueva economía basada en los datos. Esto es una realidad para muchos de nuestros clientes, que cuentan con los especialistas en IT, los científicos de datos y los expertos en inteligencia artificial. Muchos de ellos incluso han realizado cambios organizativos y están tratando de tener una visión más holística", añade Ana Mosquera.

Sin embargo, a la mayoría de las organizaciones aún les queda camino por recorrer para poder aprovechar plenamente el potencial de la digitalización.

"La cuestión es que la mayoría de nuestros clientes aún no han conseguido crear esos niveles intermedios que combinan una visión empresarial más creativa con un conocimiento profundo del potencial de las nuevas tecnologías y especialmente de la inteligencia artificial. Fundamentalmente, diría que están interesados en explotar el potencial de la inteligencia artificial sin tener implantada la cultura de los datos dentro de la empresa y ese es el primer paso", finaliza Ana Mosquera.

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