En noviembre de 2022, en Sharm el-Sheikh, Egipto, se realizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) para analizar las acciones que se están llevando a cabo a nivel mundial para reducir las emisiones de carbono y proteger el futuro del planeta.

Esta cumbre se dio en un momento en que se presentan fenómenos climáticos extremos en todas las regiones y el calentamiento global se agudiza.

Si bien el cambio climático se aborda desde el ámbito político, también se hace desde la sociedad civil y, por extensión, desde la actividad productiva en diferentes industrias y sectores. Actualmente, un importante número de empresas está encaminando muchas de sus iniciativas hacia el cumplimiento de los criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) para lograr la sustentabilidad en sus procesos.

Impacto multidisciplinario

En años recientes, los criterios ESG han sido adoptados por diferentes industrias y adaptados a la naturaleza de sus actividades y operaciones. En el sector de manufactura, cuando se habla de sustentabilidad, destaca el tema de ESG y de lean manufacturing, que incluye los impactos humanos, ambientales y financieros que han llevado a la fabricación sustentable.

Los sistemas empresariales son mejorados día a día para poder identificar de qué manera una empresa protege el medio ambiente y su resiliencia ante una variedad de riesgos y volatilidades. Asimismo, cómo debe observar el uso eficiente de la energía y el agua, sus emisiones de gas de efecto invernadero, el manejo de desechos, así como observar la deforestación y los cambios en la biodiversidad.

La sustentabilidad es un asunto que figura cada vez más en las agendas empresariales. En un estudio realizado por Deloitte en 2021, el 82% de los ejecutivos participantes aseguró que sus organizaciones están preocupadas o muy preocupadas por la sostenibilidad. Si bien la pandemia retrasó los recursos destinados a las iniciativas de sustentabilidad ambiental, las inversiones en este rubro comienzan a reactivarse ante su relevancia en el actual contexto.

Datos, la materia prima de la sostenibilidad

En la industria de manufactura, las empresas reúnen datos de áreas funcionales, los cuales aportan valor para los temas de sustentabilidad, incluidos las operaciones, finanzas, marketing, ESG, recursos humanos e investigación y desarrollo.

Los datos son esenciales para medir si la empresa de manufactura está cumpliendo con sus metas corporativas, incluyendo las de sustentabilidad. Este rubro, al igual que otros, requiere una base sólida y KPIs que den cuenta de que se avanza por la vía establecida.

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Con los insights que se obtienen se pueden hacer pronósticos sobre las condiciones futuras, identificar las presiones, las amenazas y oportunidades, y anticipar las tendencias potenciales del corto al mediano plazo.

Por ejemplo, un horno de fundición debe estar a una temperatura determinada para producir una pieza con las especificaciones y la calidad requeridas. Con los datos obtenidos de su funcionamiento, es posible determinar con precisión su capacidad de producción, su eficiencia, y conocer la temperatura, la cantidad de energía que consume y las ventanas de mantenimiento.

Con esa información, se establecen niveles de desempeño óptimos para producir más con menos recursos, y hacer las modificaciones necesarias para dar paso a una mejor producción y más “verde”. Los mismos principios se aplican a cualquier maquinaria o línea de producción en los entornos de manufactura.

El procesamiento y la interpretación de esos datos permitirán tomar las mejores decisiones para optimizar el desempeño de máquinas, equipos, motores y sensores, así como potenciar la visibilidad de lo que sucede en los procesos de fabricación y su impacto en el medio ambiente.

Colaboración abierta

Los insights resultantes tienen influencia en el rubro de investigación y desarrollo en la industria de manufactura. A partir de ellos, las fábricas pueden colaborar estrechamente con los proveedores en el diseño de equipo y maquinaria pesados.

Ahora bien, la información que provee la empresa se convierte en el punto de referencia alrededor del cual se innovará y se crearán los sistemas de manufactura clave que generen menos emisiones y utilicen los recursos de forma más eficiente, basados en sus propias métricas de sostenibilidad. Una vez más los datos son la materia prima para que todo esto suceda.

La colaboración puede ampliarse para integrar a jugadores locales, como universidades, centros de investigación y plantas de producción, y desarrollar tecnologías localmente, con el respaldo de proveedores, y transferir así el conocimiento para generar nuevos esquemas de negocio.

Si un robot de soldadura que se produce en Alemania, por ejemplo, puede fabricarse localmente, y se elimina la necesidad de enviarlo por vía marítima o aérea, la reducción de la huella de carbono puede ser significativa.

Por tanto, la centralidad en el cliente (customer-centric) adquiere una nueva dimensión en este planteamiento, contribuyendo así a apuntalar las iniciativas de sustentabilidad, así como aprovechar mejor las fuentes de energía, hacer consciente a su personal sobre el cambio climático, e incluso reutilizar equipamiento y plantas.

El punto en el que se cruzan la gestión de datos y la analítica, el lean manufacturing y la sostenibilidad emerge como el fundamento para ESG en el sector de manufactura.

Si bien iniciativas como COP27, al igual que el protocolo de Kyoto y el Acuerdo de París, están marcando las pautas para combatir el cambio climático y ser más sustentables, el sector de manufactura tiene el reto de acoger aquellas que se adapten a su naturaleza, mitigar los efectos y crear los mecanismos para financiar sus iniciativas y que repercutan positivamente en su negocio.