Cada vez que se habla de mercados en recesión, gestionar los riesgos se vuelve prioridad. Con las condiciones cambiantes que viven los mercados, en los que las tasas de interés van al alza, hay preocupaciones por la inflación y se tienen que enfrentar los efectos económicos de las tensiones geopolíticas en diferentes partes del mundo, tener en cuenta el riesgo de liquidez es cada vez más importante, especialmente cuando de sistemas y entidades financieras se trata.
Es cierto que hay madurez en la mayoría de los sistemas financieros a nivel general, pero hoy en día hay muchas más variables que se deben considerar, un ejemplo es lo vivido recientemente con FTX, la famosa casa de cambio de criptomonedas, cuyo colapso ha golpeado algunos de los principales mercados y fondos de inversión en el mundo.
Estas nuevas variables son las que hacen que las evaluaciones de riesgo de liquidez estén en el centro de atención en la actualidad. ¿De qué hablamos y cómo se debe gestionar el riesgo de liquidez en las condiciones actuales? ¿Qué tanto puede ayudar la tecnología y la innovación?
Lo primero que hay que decir es que recién empezaron a evidenciarse los tiempos de turbulencia económicos actuales, una creencia quedó clara: los bancos y los mercados de capital tendrían que mejorar su gestión de la liquidez.
La autopreservación no es el único motivo para hacerlo; las consecuencias de una gestión deficiente del riesgo de liquidez pueden ir más allá de los muros de cualquier institución financiera y afectar a todo el ecosistema financiero e incluso a la economía global.
Los organismos reguladores están haciendo su parte para prevenir otra crisis financiera en el futuro (hay regulaciones como Basilea III encaminadas en este tipo de objetivos), pero la responsabilidad se centra ahora en las instituciones financieras que deben reforzar la gestión del riesgo de liquidez, por el bien de su operación y de la economía en general.
Liquidez es la capacidad que tienen los bancos de cumplir sus obligaciones en efectivo y colaterales sin sostener pérdidas inaceptables. Riesgo de liquidez se refiere a cómo la incapacidad de un banco de cumplir sus obligaciones (sean reales o percibidas) amenaza su situación financiera o su existencia.
La gestión del riesgo de liquidez abarca los procesos y estrategias que un banco utiliza para evaluar su capacidad de satisfacer sus necesidades de flujo de efectivo y colaterales sin tener un impacto negativo en las operaciones cotidianas o su situación financiera en general; y cómo puede mitigar ese riesgo es desarrollando estrategias y siguiendo acciones apropiadas diseñadas para garantizar que los fondos estén disponibles cuando se necesiten.
Es cierto que en tiempos de volatilidad muchas cosas pueden pasar y algunas no se puedan anticipar debidamente, ha quedado demostrado con recesiones y colapsos económicos en el pasado, pero hoy en día la manera en la que se enfrenta la incertidumbre puede ser diferente gracias a tecnologías relacionadas con Big Data, analítica e incluso Inteligencia Artificial. ¿Cómo?
Lo primero que debería estar haciendo una entidad financiera para enfrentar el riesgo de liquidez en la actualidad es establecer un marco analítico que le ayude a calcular su riesgo real, que le ayude a optimizar el capital, medir posibles eventos o situaciones que se puedan presentar y precisar la liquidez que necesita para atender el mercado.
Desde este punto, las soluciones de big data y analítica ayudan a minimizar el impacto de las crisis de los mercados, precisando los efectos de cambios en el costo y la liquidez casi en tiempo real. De igual manera, permite hacer análisis rápidos de escenarios por demanda basados en portafolios, posiciones e instrumentos en múltiples horizontes de tiempo.
Una segunda tarea es la de gestionar eficientemente los datos. En este caso, al obtener una visión centralizada de la liquidez integrando la información más reciente del mercado, se pueden hacer actualizaciones de portafolios, calcular retornos del capital y tener una vista de liquidez del mercado real sobre una base de escenarios variables.
Y una última fase es la de integrar los procesos de gestión de riesgo. En este caso se habla de valorar los portafolios y las clases de activos complejos integrando valoraciones a ese portafolio y analítica predictiva para plantear escenarios en una misma plataforma. Esto permite evaluar al instante el impacto potencial de una posible crisis y plantear los escenarios futuros del mercado asegurando la liquidez.
Hoy, las condiciones que afrontan los mercados no son muy diferentes a las que se han planteado en otras épocas de alta volatilidad y nerviosismo en los mercados. Lo que sí puede ser muy diferente es la manera en la que se afrontan esas condiciones y se preparan las entidades financieras y organizaciones en general. Hoy los datos son inteligencia y aprovechándolos a través de soluciones como las de la analítica se pueden navegar mejor las aguas de turbulencia de los mercados que se viven en la actualidad.