En el más reciente índice global de innovación, Colombia mejoró en 4 puestos y ahora se ubica como el cuarto país más innovador en toda Latinoamérica.
Hemos sido testigos directos de cómo las organizaciones cada vez se preocupan más por impulsar la innovación en sus procesos y en su razón de ser. Lo hacen, entre otras cosas, impulsando cada vez más el uso de plataformas analíticas y la aplicación de inteligencia artificial en sus organizaciones. Hoy en día el uso de este tipo de soluciones es indispensable para pensar en innovación en los diferentes campos.
Aparte de aplaudir el poder mostrar avances en el ranking de innovación, hay que aprovechar el momento para hablar de la necesidad cada vez más apremiante de impulsar la innovación responsable en las organizaciones.
Aunque la tecnología en general ha ganado relevancia en los últimos años, pocas tienen tanta importancia para la sociedad actual como la Inteligencia Artificial y la analítica. ¿Por qué debemos hablar de una innovación responsable?
En SAS, creemos que la IA puede ayudar a resolver algunos de los problemas más difíciles del mundo. Y aunque el potencial puro de la IA para mejorar los negocios y la economía es asombroso, AI for Good se centra en el lado de la inteligencia artificial que ayuda a las personas.
La analítica y la inteligencia artificial ya son el presente, pero sin duda, tendrán un peso aún más relevante en el futuro. Sin transparencia en los procesos, no habrá confianza en la Inteligencia Artificial. La confianza es mucho más grande que la IA. La confianza por parte de los usuarios es también una tendencia del sector tecnológico en general. Después de varios años de avances en IA, ahora los usuarios están empezando a exigir privacidad, flexibilidad y sobre todo transparencia y responsabilidad por parte de las empresas.
De esto se trata el concepto de 'innovación responsable'. La IA no es solamente una herramienta más en un abanico de posibilidades, sino que su implementación acarrea también riesgos y responsabilidades que cada empresa debe asumir. Es un desafío: a primera vista se trata de una tarea que recae exclusivamente en las empresas que aplican procesos de IA, pero cada vez más nos deberá involucrar a todos.
El tema fundamental es que la IA está modelando el futuro en que el viviremos. La Inteligencia Artificial estudia el pasado para tomar las decisiones del presente y futuro. Pero si los datos del pasado tienen sesgos o no tienen buena representación, entonces la IA puede llegar a perpetuar decisiones que también tiene sesgos y consecuencias no deseadas.
A los gobiernos les corresponden crear políticas concretas encaminadas a definir los lineamientos con los que se debe construir un futuro basado en la inteligencia artificial. A las empresas y líderes que la aplican, el ser responsable con el uso y con el cumplimiento de esos lineamientos. Y a nivel general, servidores de estos temas siempre.
Las iniciativas de IA responsable marcarán la diferencia para todos nosotros en el futuro. Es lo que permitirá tener un planeta tierra interconectado y sostenible. Y en el que la diversidad de las personas asegurarán poder compartir este planeta con bienestar. Un planeta en el que la Inteligencia Artificial responsable será la vía para poder transformarnos digitalmente con responsabilidad.