Analítica, definitivas para las fintech y neobancos

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No hay duda de que gran parte de la innovación y acelerada digitalización que ha vivido la banca y en general el sistema financiero en los últimos años se debe en buena parte al empuje de las fintechs y de los llamados neobancos.

Según cifras de Statista con base en información suministrada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina y el Caribe cerró el 2021 con 2482 empresas de tecnología financiera.

En detalle, se calcula que la cantidad de fintech latinoamericanas se duplicó en 2021 con respecto a 2018, momento en el que existían 1.166 compañías de este tipo. Desde 2020, cuando 1.830 fintech tenían su sede en la región, el sector se expandió más del 35 %.

Según el análisis del BID, “el rápido crecimiento se debe a la creciente demanda de servicios que no están siendo cubiertos por el sector financiero y bancario tradicional, sumado a la mayor necesidad de digitalización desde la pandemia y algunos cambios regulatorios que aumentaron la transparencia y seguridad de estas plataformas”.

Brasil es claramente el país latinoamericano donde más fintech prosperaron y continúan en actividad en la actualidad. En total, el ecosistema Fintech brasileño cuenta con 771 empresas, lo que representa más del 30 % del total regional. México, que ya suma 512 fintech, constituye el segundo mayor mercado, seguido de Colombia y Argentina, a quienes les falta poco para alcanzar las 300 fintech.

Según el FMI (Fondo Monetario Internacional), un reto importante para trabajar en materia Fintech y neobancos con miras al futuro de la banca está en dar una mayor protección a consumidores e inversores expuestos a mayores riesgos en comparación con los de los bancos tradicionales.

“Se necesitan políticas que se dirijan tanto a las fintech como a los bancos tradicionales de forma proporcional. De este modo, se fomentan las oportunidades que ofrece la fintech, al tiempo que se contienen los riesgos”, explica el Fondo, a la vez que señala que “para los neobancos, esto significa mayores requisitos de capital, liquidez y gestión de riesgos en consonancia con sus riesgos”.

La entidad ha explicado que los mayores retos que los neobancos suponen para los reguladores se encuentran en su sistema de gestión de riesgos y sus resistencias generales, ya que “no se han puesto a prueba en una recesión económica” y “son particularmente vulnerables al mercado, la liquidez y los riesgos en ciberseguridad”.

También ha subrayado que la presión competitiva de estos servicios “dañan significativamente la rentabilidad” de los bancos tradicionales y que esta tendencia va a continuar.

La banca del futuro integrará cada vez más a los bancos tradicionales y a las fintech. Frente a esta realidad, la propuesta de valor de empresas como SAS estará en acoplar y acelerar el ritmo de innovación que plantean las fintech y los neobancos.

La manera y la disposición en la que los bancos tradicionales integren a través de analítica avanzada, inteligencia artificial y demás soluciones toda esa innovación a sus propios laboratorios digitales, aprovechen los datos para innovar y se presenten de manera conjunta nuevas propuestas al mercado será definitiva en ese futuro.

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José Mutis O.

Country Manager SAS Colombia & Ecuador

Mutis, es ingeniero industrial por la Pontificia Universidad Javeriana con especialización en Finanzas de la Universidad de los Andes y cuenta con un MBA de la Universidad de Barcelona. Su exitosa carrera refleja sus más de 20 años de experiencia profesional en el área de ventas y en el liderazgo de equipos de alto perfil en el mercado tecnológico latinoamericano.

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