En algún momento, la inteligencia artificial (IA) y el machine learning (ML) parecían algo complicado y costoso para las empresas. Hoy, su efectividad y ubicuidad les ha abierto la puerta para incorporarlos a distintas actividades productivas. Ya no se cuestiona su relevancia.
Actualmente, las organizaciones están conscientes de que el binomio IA-ML es primordial para los procesos de negocio, ofrece ventajas competitivas y es clave en la toma de decisiones en tiempo real. Y sin duda, la transformación digital vivida a raíz de la pandemia mostró la capacidad que ambas soluciones tienen tanto de automatizar como de anticipar escenarios y predecir resultados.
Pero, ¿qué está pasando en México? Sectores como los de energía, retail, servicios financieros, telecomunicaciones y manufactura se incluyen entre los que tienen un mayor potencial de aprovechar la inteligencia artificial. Prueba de ello es el impacto que la IA y el ML tienen y tendrán sobre los colaboradores de dichos sectores a consecuencia de la automatización tanto de las funciones operativas como de las administrativas.
No más rutina, solo trabajo de alto valor de negocios
La integración de la IA y el ML con soluciones tecnológicas ha sido de gran ayuda para afrontar la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19. De hecho, de acuerdo con IDC, su inclusión será elemental para la recuperación en México y el resto de América Latina. Esta sinergia sienta las bases no solo para la automatización de procesos, sino también para hacer proyecciones del mercado más acertadas y en tiempo real, así como identificar nuevas oportunidades de negocio.
Sin embargo, aun hay barreras por derribar, como la resistencia respecto al hecho de que el trabajo sea realizado por una máquina. Y aunque muchas labores operativas están alcanzando un nivel alto de automatización, lo cierto es que la IA ha detonado que los colaboradores se enfoquen en realizar labores de mayor valor para la empresa dejando de lado las operaciones rutinarias.
Por otro lado, respecto a las funciones relacionadas con la gestión del negocio, la IA y la automatización robótica de procesos (RPA) han potenciado la automatización de procesos de negocio mediante la réplica de acciones de un individuo que interactúa con la interfaz de usuario de un sistema informático. Así, hoy se puede observar que las organizaciones que robustecen las capacidades humanas con la funcionalidad de las máquinas están logrando mejores resultados que su competencia.
La IA también potencia a la analítica y los Big Data. Y es que, sobre todo en estos tiempos convulsionados, las empresas descubrieron que comprender plenamente la información que producen y el reforzamiento de los insights les permite prepararse y hacer frente a escenarios futuros. Así se llegó a la conclusión de que incluir a la inteligencia artificial en el día a día del negocio asegura decisiones cimentadas e informadas.
En cuanto a los sistemas ERP y CRM, la IA ayuda a:
- mejorar la atención al cliente (customer-centric);
- gestionar productos físicos y digitales;
- automatizar la cadena de suministro;
- optimizar inventarios, y
- agilizar la logística.
Destaca igualmente la creciente adopción de chatbots, aplicaciones que aprovechan la inteligencia artificial para ser más eficientes y mejorar la interacción y el servicio a clientes. Y en un contexto en el que los consumidores están siempre conectados y son más exigentes, son cada vez más las empresas que capitalizan estos puntos de contacto digital.
Por último, es importante señalar que la inteligencia artificial se volvió imprescindible en temas prioritarios como la seguridad. Y es que, gracias a ella, las organizaciones pueden automatizar sus estrategias de prevención, detección e investigación de riesgos.
Sin duda, en los próximos años seremos testigos de un grado importante de madurez del mercado mexicano respecto a la adopción e implementación de la inteligencia artificial y del machine learning. A medida que más empresas incorporen estas tecnologías a sus procesos y vean en ellas una oportunidad para beneficiarse, tendremos un ecosistema empresarial más fuerte.