Cuando reflexionaba recientemente sobre la publicación final de la regulación relacionada con IFRS 9 en México, me di canta de que la discusión versaba sobre si las herramientas tecnológicas actuales eran capaces, con algunos ajustes, de soportar los cambios de este proyecto de norma en lo que corresponde a la metodología general estándar de cálculo de reservas preventivas por riesgo crediticio.

A manera  introducción sobre IFRS 9 se tiene que, a raíz de la crisis financiera de 2008, el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB, por sus siglas en inglés) desarrolló y publicó las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS 9, International Financial Reporting Standards) en julio de 2014, las cuales entraron en vigor el 1° de enero de 2018 en muchos países, y aún están en proceso de adopción y en otros.

IFRS 9 cubre tres áreas principales:

• Clasificación y medición de activos y pasivos financieros. Determinación de los activos y pasivos en los estados financieros y su medición continua.

• Deterioro de activos financieros. Reconocimiento oportuno de las pérdidas crediticias esperadas (PCE). (https://thereader.com)

• Contabilidad de coberturas. Un modelo reformado de contabilidad de coberturas que incluye informes sobre la actividad de gestión de riesgos.

A partir de aquí, cuando mencione IFRS 9 me estaré refiriendo a la segunda viñeta de la lista anterior.

La respuesta sobre el cumplimiento de estas reglas utilizando las herramientas actuales quizás siga siendo la misma. Sin embargo, el entorno que estamos empezando a vivir -COVID 19, la baja del precio del petróleo, entre otros que empiezan a sumarse-, deja al descubierto, en mi opinión, justamente dónde reside el espíritu de IFRS 9:  crear mecanismos bien diseñados y estandarizados para analizar circunstancias futuras posibles que puedan afectar el comportamiento del balance a través de sus PCE y, por tanto, computar oportunamente y concienzudamente los impactos potenciales en el estado de resultados de la institución.

Por lo que la pregunta ahora podría resultar ociosa: ¿está listo cada banco en México para cumplir con IFRS 9? Más bien, la pregunta debiera hacerse de la siguiente manera: ¿está listo cada banco en México para utilizar los lineamientos de IFRS 9?  No cabe duda de que existe gran talento, conocimiento y compromiso de los bancos para entender la emergencia existente y proponer posibles soluciones. Sin embargo, el grado de improvisación de los mecanismos de análisis para enfrentar situaciones como las actuales también agregará incertidumbre a la toma de decisiones.

A riesgo de dejar fuera elementos de relevancia de IFRS 9 en la siguiente lista, la intención es mencionar algunos puntos que será relevante tener en mente al momento de evaluar el sistema tecnológico que requiere la institución para cumplir con la gestión del negocio a través de su riesgo (crediticio para este caso):

• Diseñar escenarios analíticos, o a juicio de experto, de las variables que pueden representar las causas de ciertos comportamientos de los clientes / portafolios que tiene la institución.
• Desarrollar y analizar modelos potenciales de probabilidad de incumplimiento, severidad de la pérdida y exposición ante el incumplimiento.
• Segmentar los portafolios para representar de mejor manera su comportamiento.
• Vincular los modelos anteriores para medir las pérdidas crediticias esperadas en función de los escenarios construidos y aplicarlos a los segmentos de las carteras correspondientes.
• Calcular el impacto en las PCE de los potenciales escenarios futuros.
• Reflejar los cambios en el riesgo crediticio de la cartera total y a cada nivel a fin de comprender el origen y profundidad de esas variaciones.
• Cada uno de los rubros anteriores debe estar en un ambiente de trabajo debidamente organizado y gobernado.

Cada punto tiene muchos elementos de discusión por sí mismos, empero, igualmente el camino a recorrer debiera ser el más eficiente y normalizado posible para encontrar las respuestas en cuanto a la información que se requiere, las personas responsables para generar, validar y cuestionar los escenarios, modelos, segmentaciones de cartera y resultados, así como de la tecnología a utilizar para desarrollar y ensamblar cada pieza de este rompecabezas.

Dentro de las virtudes que deben considerarse en las soluciones tecnológicas integrales para cumplir con éxito la función de la administración del negocio respecto al reconocimiento de  riesgos y oportunidades de negocio – crediticias para este ejercicio-, además del cumplimiento de IFRS 9 a la mexicana, están contenidas las siguientes:

• Gestión, integración y agregación de datos.
• Filtros de calidad de los datos.
• Construcción y gestión de escenarios.
• Desarrollo e implementación de modelos.
• Generación y actualización de reglas de negocio.
• Elaboración de reportes ad hoc y regulatorios.
• Ambiente de trabajo colaborativo en todo el proceso.
• Gobierno y transparencia en cada etapa del proceso.
• Creación de conocimiento para la toma de decisiones.
• Administración del negocio a través de sus riesgos.

La actuación proactiva de las organizaciones financieras marcará la diferencia no sólo en su cumplimento regulatorio, sino también en su capacidad de tomar decisiones mejor informadas para calificar y gestionar el riesgo crediticio de sus portafolios, y con el conocimiento adicional que les permitirá detectar y evaluar consensuadamente el comportamiento de sus clientes y productos bajo escenarios diversos.