Tradicionalmente los departamentos de marketing de las compañías estaban centrados en estrategias y tácticas a través de medios tradicionales. La revolución de internet y la hiperconexión, llegó a cambiar por completo la dinámica en la que trabajaban las compañías. Esto sentó las bases en la expansión de los nuevos medios, que reclaman un cambio estratégico ante la presencia también de nuevos públicos, en donde los demográficos tradicionales ya no son suficientes para poner atención en todos los que pueden llegar a convertirse en nuevos clientes.
Las micro tendencias, los micro momentos y nuevas corrientes en las que el marketing digital exige actualización y conocimiento constante, dependen de información a gran escala. El Big Data surgió precisamente como respuesta a los vertiginosos cambios y la necesidad de información que las compañías estaban teniendo. A la par y de forma natural, la necesidad de información evolucionó a la necesidad de organizarla para poder analizarla.
Contar con plataformas y herramientas que hacen más sencillo este proceso, ha permitido a que quienes dirigen los departamentos de marketing planteen cuestionamientos para aprovechar esas grandes cantidades de información. Una de esas conclusiones, se convirtió en el reto de integrar la búsqueda y atracción de clientes, o mejor conocidos como las campañas de marketing outbound e inbound.
1) Ibound - Enfoque tradicional en medios para contactar a sus clientes
2) Outbound - Nuevos medios, donde hay usuarios súper conectados a multiplataformas
Esta integración se ha comenzado a dar gracias a la información traducida a hallazgos. ¿De qué manera?
Es indispensable para echar a andar esta integración, conocer el camino que los consumidores siguen en los procesos de investigación, compra y seguimiento con las marcas, productos y servicios. Este camino debería estar diseñado directamente por las compañías y en caso de que no sea así, deberían tenerlo perfectamente identificado.
Una vez que este camino de los consumidores es reconocido, se pueden comenzar a detectar oportunidades de contacto y de integración de nuevas técnicas de comunicación constante con los consumidores. Ahí es donde comienza la combinación del outbound y el inbound marketing.
Las técnicas tradicionales tienen la ventaja de ser masivas, llegan a cantidades grandes de personas, sin embargo, el camino funciona como un filtro, en donde las personas que sean “atrapadas” en este punto, podrán seguir la relación con la marca o empresa por medios inbound, que implican automatización, la creación de experiencias relevantes, un trato más amable y cercano, entre otras características.
Lograr esta integración, además de mejorar la experiencia de los usuarios, incrementa la fidelización por la variedad de puntos de contacto con la marca y como consecuencia, la rentabilidad de la empresa, así como la oportunidad de maximizar el impacto del negocio. Cada vez es más importante para los tomadores de decisiones contar con este tipo de estrategias y herramientas omnicanales que impulsen el crecimiento, pero también la adaptación a los cambios que garanticen la permanencia y la preferencia de los consumidores.