El sector financiero se encuentra en un momento de constantes cambios, sobre todo en materia regulatoria y los ajustes que esto conlleva. Sin embargo, lejos de qué tan convenientes o no resultan para la industria, una pregunta clave y de negocio ante esta situación, es cómo esto llevará a un inevitable cambio en el proceso de toma de decisiones estratégicas para la entidad (y para toda la industria).

En este proceso de análisis para conocer las respuestas más certeras, existe una triada que no se debe dejar de lado, pues es la que guiará rutas que permitan a las entidades de esta industria, no solo para afrontar los cambios regulatorios, sino también para obtener los mayores beneficios de ellos. Esta triada está compuesta por: datos – análisis – reporte, y con ella se busca tomar decisiones estratégicas, así como el cumplimiento con la autoridad.

Algunas de las tendencias en las regulaciones del sistema financiero, incluyen: capital y liquidez, valoración de riesgo, calidad de información y reportes, así como mecanismos de resolución. Cada uno de estos elementos, está directamente relacionado con la triada mencionada anteriormente; además, no hay que perder de vista que, de manera paralela al cumplimiento con la ley hay que poner especial atención en mejorar constantemente la calidad de servicio para sus clientes. Es así como se van sumando retos para el sector entero.

Para cumplir con la triada mencionada anteriormente, primero se tiene que manejar esta información, aprovechando el Big Data, los Modelos Predictivos para Prevenir Riesgos, así como la aparición de nuevos agentes prestadores de servicios. Esto implicará que las entidades gestionen experiencias intuitivas para los clientes, entre las que se destacan: mínima complejidad, mayor agilidad y mejor acceso, entre otras.

El análisis se convierte también en una tarea compleja por la cantidad de datos a manejar y la rapidez con la que van cambiando, sin embargo, de la forma en que se categoricen y traten dependerá del valor que puedan crear al negocio, desde esta etapa es cuando los hallazgos ayudarán a reducir la incertidumbre, contar con enfoques más precisos y oportunos, y representarán una oportunidad para la entidad de aumentar su eficiencia.

Seleccionar, usar y comunicar de manera efectiva los datos relevantes de la fase anterior, es una de las claves más importantes que puede llevar a los directivos y profesionales clave de la organización a crear más atributos, e integrar información que configure una ruta estratégica en la toma de decisiones en cualquier industria, pero especialmente en el sector financiero que, por su complejidad y especialización, puede construir sus ventajas competitivas desde los cambios constantes que experimenta, la basta información con la que cuenta y las herramientas que hoy existen en SAS.

En SAS conocemos lo que implican estos nuevos retos a los que se enfrenta la industria, por ello contribuimos a hacer más eficiente el manejo inteligente de la información para transformarla en decisiones de negocio asertivas y oportunas.