Las áreas de marketing están requiriendo algo más en sus estrategias que les aporte valor adicional, y esto va más allá de focalizar su esfuerzo en inversiones tecnológicas de relacionamiento con el cliente o mejoras en el portafolio de productos/servicios, que permitan estrategias de negocio centralizadas en el cliente. Lo que hoy puede llevarlos un paso adelante es ejecutar iniciativas de marketing medibles que realmente aporten valor al negocio.
Las organizaciones de marketing usualmente tienen sus modelos de negocio basados en construir estrategias alrededor de las 4P’s (producto, precio, promoción, plaza), esto debido a que las estrategias estaban centralizadas en el producto.
Ante la tendencia de hacer marketing centralizado en el cliente, muchas de las organizaciones cambiaron su perspectiva de negocio y adoptaron herramientas medibles para así optimizar su oferta de negocio.
El nuevo gran reto para las áreas de marketing es demostrar el valor real de la aportación de marketing al negocio. La dificultad de hacerlo está basada en la falta de herramientas que permitan tener métricas claras y precisas de cada una de las iniciativas de marketing.
De lo tradicional al 360°
Las tendencias digitales y la creciente necesidad de los clientes porque lo entiendan mejor, y en tanto, le ofrezcan lo 'correcto', es importante que las áreas de marketing pasen de estrategias tradicionales de 4Ps del marketing hacia estrategias de negocio centralizadas en el cliente basadas en los tres pilares de la Inteligencia del Cliente:
- Oportunidades de crecimiento rentables. Esto se relaciona directamente con entender cuál es el valor real de los clientes, analizar los perfiles y predecir el comportamiento del cliente.
- Ejecutar la mejor acción de marketing. Desarrolle, ejecute y optimice las estrategias le lleven más cerca de sus clientes y la mayor rentabilidad para su negocio.
- Maximizar el impacto a través del negocio. Mida y analice los resultados obtenidos de las acciones realizadas es importante, principalmente para optimizar la inversión de los recursos de ventas y marketing, además de aprender de las interacciones con los clientes.
La responsabilidad para los CMOs de demostrar transparencia y un ROI (retorno de inversión, por sus siglas en inglés) considerable de las inversiones es de alta relevancia, por lo que apoyarse en tecnologías analíticas de inteligencia al cliente puede acelerar estos procesos, optimizarlos y convertirle en una empresa de mayor visión y competitividad en su mercado.