Estamos acostumbrados a hablar de la aplicación de la analítica avanzada a distintos procesos o funciones dentro de la empresa. Sin embargo, no es tan habitual hablar de los beneficios que su uso tiene en un ámbito como la fiscalidad. Y es que, al igual que en otras áreas, la función fiscal se ha transformado en los últimos años, adquiriendo una mayor relevancia la digitalización, especialmente tras la obligatoriedad de que las grandes empresas lleven sus libros de IVA a través de la sede electrónica de la AEAT.
Desde un punto de vista fiscal, la digitalización se basa en el análisis de datos con el objetivo de fortalecer los controles internos y asegurar la trazabilidad de la información. Así, a través de la analítica de la que disponen las organizaciones, éstas obtienen un diagnóstico casi inmediato de sus cálculos, permitiendo un incremento de su grado o nivel de control de los mismos y la toma de decisiones anticipadas.
Mejora de la eficiencia
Santalucía, compañía aseguradora origen y matriz del Grupo Santalucía, grupo empresarial especializado en la protección familiar, ha sido pionera en la implementación de la analítica avanzada para facilitar y mejorar la eficiencia de sus operaciones intragrupo.
“En pocos años hemos visto como las nuevas tecnologías han revolucionado la forma en la que las organizaciones interactúan, se comunican y desarrollan su actividad económica. En este sentido, las administraciones fiscales no podían quedarse atrás y han implementado diversas medidas destinadas a la captura de información y el tratamiento de datos casi de forma inmediata”, explica Mario Plaza, Director Corporativo de Fiscalidad en Santalucía.
Gracias a la analítica avanzada, Santalucía dispone ahora de la trazabilidad de todos aquellos conceptos que, por imperativo legal, son necesarios para calcular la base imponible a efectos de IVA en operaciones intragrupo. Esta tecnología les permite explicar el proceso de cálculo de manera clara, controlar que se hacen los repartos adecuadamente sin excluir o incluir conceptos indebidamente y justificar los cálculos con la trazabilidad necesaria que contribuyen a crear un marco adecuado de cara a sus procesos de auditoría.
“La analítica de la que disponemos nos permite, por un lado, detectar de manera temprana un funcionamiento irregular de los cálculos y, por el otro, controlar la inclusión de nuevos conceptos que deban calcularse de acuerdo con las normas específicas para operaciones intragrupo”, señala Mario Plaza.
La importancia de la trazabilidad
La trazabilidad de costes tiene una gran relevancia en el ámbito de la fiscalidad para conocer los conceptos que se trasladan a los cálculos definitivos además de para justificar, en su caso, dichos cálculos ante una auditoría interna, externa y ante la Administración Tributaria.
Santalucía cuenta desde 2009 con SAS Cost and Profitability Management (SAS CPM), anteriormente SAS ABM, que le permite obtener la trazabilidad de sus cálculos de forma inmediata con una reducción notable de sus procesos. Además, SAS ha colaborado recientemente con el grupo para la implantación de un modelo de contabilidad REGE (Régimen Especial del Grupo de Entidades), que lleva implícito un importante ahorro de costes y para el cual es imprescindible disponer de un sólido sistema de información analítica para la realización de las operaciones intragrupo.
“Además de ser un requisito establecido en la propia normativa del IVA, es necesario para realizar los cálculos de la Base Imponible en operaciones intragrupo de manera fiable y con la trazabilidad suficiente para una posterior justificación. En este sentido, la implantación de la herramienta de SAS ha permitido mejorar los procesos y justificar los cálculos”, finaliza Mario Plaza.
Conoce el potencial de la analítica para el sector Seguros