La inteligencia artificial (IA) no es algo nuevo, ni siquiera reciente. Aunque sus orígenes se remontan al siglo XIX, el término "Inteligencia Artificial" se escuchó por primera vez en 1956 de boca de John McCarthy. Sin embargo, hasta ahora, y gracias a plataformas como ChatGPT, se escucha en todas partes.

Con un impacto inmediato en usuarios finales, estudiantes y profesores, el uso de ChatGPT ha acaparado las portadas de los medios de comunicación, popularizando nuevos términos como las IA generativas y los grandes modelos del lenguaje (LLM).

Recordemos que las IA generativas consisten en redes neuronales que identifican patrones y estructuras de datos existentes para generar nuevo contenido. Esto incluye artefactos de gran valor como videos, narraciones, códigos de software, datos sintéticos, diseños y esquemas.

Pero siendo francos, las IA generativas tampoco son algo nuevo. Su aparición se remonta a mediados de 1960 con el trabajo de Joseph Weizenbaum y el chatbot Eliza.

Por otra parte, los grandes modelos de lenguaje (Large Language Model o LLM) se refieren a Inteligencias Artificiales que pueden generar textos de lenguaje natural a partir de grandes cantidades de datos. Este es el caso de ChatGPT de OpenAI, Google Bard y Claude (de Anthropic), entre otros. La pregunta es: ¿deberían las aplicaciones de inteligencia artificial generativa importarle a las empresas?

La respuesta es sí, porque estos aplicativos se perfilan como protagonista esenciales sobre todo al definir próximas tendencias del mercado y avances empresariales. A continuación relaciono tan solo tres ejemplos de ello:

1. Automatización en la creación de contenido: ¿Imagina poder crear anuncios comerciales con solo dar un par de instrucciones a una máquina? Pues bien, esto ya se ha hecho, pero al parecer es en el futuro que se masificará, como lo demuestran los recientes anuncios de Google. Pero esto es solo una muestra del uso de las IA para facilitar la creación de contenido original y a medida de cada empresa. Y no solo se trata de contenido externo, también pueden facilitar la creación de informes dentro de las organizaciones.
2. Mejor experiencia del cliente: La Inteligencia Artificial se ha utilizado durante años para generar recomendaciones y ofertas personalizadas, pero los LLM abren una nueva puerta al poder comunicarse en lenguaje natural, sencillo y cotidiano con los clientes. Y no solo hablamos de "hablar" con los usuarios finales, sino también de leer y entender sus mensajes en varios canales y plataformas. Aquí veremos evoluciones importantes y de chats de servicio pasaremos a asesores comerciales virtuales que ayudarán a las empresas en promover y comercializar sus productos en el mercado.
3. Simulación y entrenamiento: Al dominar la forma de expresarse de las personas, los LLM pueden convertirse en herramientas flexibles y económicas para entrenar fuerzas de atención al cliente y ventas, con el beneficio adicional de que las IA aprenden constantemente.

Pero esto es solo una muestra general. Imagine el potencial de las IA en sectores o actividades específicas. Imagine los estrados judiciales, donde se puedan consultar y comparar millones de textos legales en segundos. O como asistentes en sistemas de atención médica, explicando en términos simples los trámites más complejos. O como asistentes de diseño en agencias de publicidad. El potencial de las IA generativas y los LLM apenas está empezando a verse.

Son aplicativos de inteligencias artificiales que por lo menos ayudarán a reducir los costos operativos de las empresas.  En conclusión, aunque ChatGPT y sus hermanos parecieran ser un fenómeno mediático su impacto en los entornos empresariales aún su boom está por llegar.