La corrupción sigue siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo social y económico de los países latinoamericanos, pero uno de los que más puede ser impactado por la analítica avanzada con inteligencia artificial.

Cálculos del Banco de Desarrollo de América Latina CAF estiman que por este flagelo se pierden cerca de 220.000 millones de dólares cada año en la región y el más reciente Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC), presentado por el Consejo de las Américas en este 2022, habla de un panorama heterogéneo, en el que países como Uruguay muestran algunos avances, otros resiliencia, y otros más, incluidos los dos países más grandes de la región, México y Brasil, reveses en instituciones claves y en el entorno anticorrupción en su conjunto.

El Índice CCC examina 14 variables clave, como la independencia de las instituciones judiciales, la fuerza del periodismo de investigación y la cantidad de recursos disponibles para combatir la delincuencia de cuello blanco. El índice se basa en una gran cantidad de datos y en una encuesta propia realizada entre los principales expertos en anticorrupción de Control Risks, del mundo académico, de la sociedad civil, de los medios de comunicación y del sector privado.

Por tercer año consecutivo, el índice abarca 15 países, que en conjunto representan 92% del PIB de América Latina. El país con mayor puntuación en el Índice CCC 2022 es Uruguay (7.42 sobre 10). Uruguay es seguido por Costa Rica (7.11), Chile (6.88), Perú (5.66), República Dominicana (5.19), Argentina (5.04), Panamá (4.96), Colombia (4.87), Ecuador (4.82), Brasil (4.76), Paraguay (4.45), México (4.05), Guatemala (3.38), Bolivia (2.57) y Venezuela (1.63).

¿Cómo es que siendo un flagelo de muchos años en la región y que todavía sigue creciendo en algunos países es que la analítica y la inteligencia avanzada que incorpora capacidades de inteligencia artificial puede finalmente convertirse en una solución?

El impacto de la analítica y la IA

Los países latinoamericanos pueden seguir el camino emprendido con éxito por Ucrania en 2018 a través de su programa ProZorro.

La historia cuenta que en 2018 hubo una gran presión para identificar casos de corrupción en el sistema de compra y contratación pública en Ucrania, que tuvo como respuesta un cambio de aproximación de la sociedad civil, con el desarrollo de una herramienta de inteligencia de negocios para identificar anomalías en los procesos de contratación, llamada DoZorro.

Para el efecto, seleccionaron a 20 expertos en el sistema de contratación pública a quienes entregaron 3.500 licitaciones para que las estudiaran y respondieran si había riesgo de corrupción en estos procesos. Las respuestas de los expertos fueron introducidas en un algoritmo de inteligencia artificial para evaluar la probabilidad de riesgos de corrupción en las licitaciones y revisar aquellos procesos con riesgo. Si el riesgo es confirmado el software recuerda su elección, si no es confirmado olvida tal selección para mejorar la precisión.

De esa manera, DoZorro se convirtió en una herramienta de inteligencia artificial lanzada en 2018 en Ucrania que, basada en un software, se entrena para identificar licitaciones con riesgos de corrupción desarrollada por la sociedad civil a través de un trabajo interdisciplinario de voluntarios.

Pero seguir el camino trazado por DoZorro es tan solo una de las opciones posibles hoy en día. Gracias al desarrollo de todo el mundo Cripto (Bogotá fue recientemente epicentro de Devcon, uno de los eventos más importantes de este tema en el mundo), hoy podemos hablar de Blockchain, de trazabailidad de la información, de hacer seguimiento a los datos y de uno de los usos principales que todo esto tiene en la actualidad: los Smart Contracts o contratos inteligentes.

La relación que tiene la analítica con blockchain es clave y mucho de los beneficios de este “matrimonio” los puede ver en espacios especiales haciendo clic aquí, así que en este espacio no nos vamos a detener a detallarlos.

Hoy, sin embargo, no está de más reconocer (como lo hace la CAF) un aspecto clave en el que sí hemos logrado avanzar en la región en los últimos años: “la modernización de los sistemas de compras y contrataciones públicas, con esfuerzos dirigidos a reformar la legislación y los reglamentos, incorporando las mejores prácticas internacionales y aprovechando las tecnologías de la información y las comunicaciones. Estos esfuerzos buscan aumentar la eficiencia y la eficacia del sistema y promover la transparencia”.

Y al igual que la CAF creo que los datos recopilados en los sistemas electrónicos de compras públicas, combinados con la analítica y la inteligencia artificial, son los que tienen hoy en día el gran potencial para detectar irregularidades e ineficiencias en las contrataciones. Es con más analítica, más blockchain y más inteligencia artificial que tendremos menos corrupción en los países latinoamericanos.