Recientemente, fueron publicados los resultados del Informe sobre el Futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial, el cual no solo traza el mapa de lo que serán los empleos y las habilidades del futuro, sino que tiene en consideración el impacto que producirá en la forma de trabajar en la era de cambios que hoy atravesamos.
El estudio tiene en consideración, por ejemplo, dos grandes transformaciones que se están afrontando en la actualidad y que impactarán enormemente en el futuro de los empleos: el impacto económico de la pandemia y la creciente automatización que transforma los empleos. Se trata de una "doble perturbación" en el futuro de los empleos, dice el Foro Económico Mundial.
La transformación será evidente. Solo por la automatización, el estudio proyecta que para 2025, 85 millones de puestos de trabajo podrían estar siendo desplazados por un cambio en la división del trabajo entre los humanos y las máquinas. En contraste, se calcula que podrían surgir 97 millones de nuevos empleos que se adapten mejor a la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos. Se trata de un cambio que, sin embargo, requiere preparación.
Y es que según revela el mismo estudio: “El 50% de todos los empleados necesitará volver a formarse para 2025, a medida que aumente la adopción de la tecnología”. ¿Y adivinen qué? ¿Cuál creen que es la principal habilidad en la que tendrán que reentrenarse los trabajadores para adaptarse al mundo laboral del 2025? La respuesta es: el pensamiento analítico y la innovación.
En SAS hemos venido impulsando la necesidad de desarrollar un pensamiento analítico entre los líderes de empresas, de comunidades y de Gobiernos para tener mayores posibilidades de acertar en las decisiones que se toman. Ahora estamos más seguros de que ese pensamiento analítico no solo ayuda a sacar el máximo provecho de los datos y a poder plantear con inteligencia los futuros escenarios sino que también nos permite adaptarnos a los exigentes desafíos del nuevo entorno laboral.
Como líderes nos queda la responsabilidad de seguir impulsando ese pensamiento analítico en nuestras organizaciones, en las personas que trabajan con nosotros y en las que están encargadas de regir los destinos de la sociedad.
Como lo concluye el Foro Económico Mundial: "Disponemos de los medios para volver a capacitar y mejorar a las personas en un número sin precedentes, para desplegar redes de seguridad de precisión que protejan a los trabajadores desplazados de la indigencia, y para crear mapas a medida que orienten a los trabajadores desplazados hacia los trabajos del mañana en los que podrán prosperar".