Desde hace tiempo, la tecnología se ha venido uniendo al deporte. Lo ha hecho con el fin de mejorar el desempeño de los jugadores y más recientemente con el propósito de impactar la experiencia de los aficionados. Es por eso que ya es muy normal ver tecnologías como: Sistemas de Ojo de Halcón en el tenis, procesamiento de datos y big data en tiempo real en automovilismo, captura en tiempo real de relación peso/potencia y cadencia en las grandes carreras de ciclismo, el VAR en el fútbol y más recientemente las competencias virtuales.
En los últimos meses el COVID-19 ha llevado esta relación entre tecnología y deporte a otro nivel. Nuevas formas de entrenarse, nuevas maneras de competir y sistemas innovadores para acercar a miles de espectadores así estos no puedan ir a una tribuna, hacen parte de la nueva normalidad de los deportes.
¿Qué tanto está cambiando el modo en el que consideramos los deportes? ¿Qué tanto de lo que hoy vemos transitorio se quedará para siempre? ¿Hasta dónde llegará la virtualidad?
“Los últimos tres meses han visto el mayor crossover de la historia entre los deportes convencionales y los deportes electrónicos”, dice Will Douglas en un artículo publicado por MIT Technology Review. En el artículo, en el que se muestra cómo la pandemia está cambiando la forma en que vemos los deportes, Douglas comenta que durante el último tiempo: “Los equipos y los promotores han estado llenando sus horarios repentinamente vacíos con versiones de videojuegos de sus deportes, manteniendo contentos a los fanáticos y patrocinadores. Los organismos de radiodifusión como Sky Sports, Fox Sports y ESPN han mostrado horas de cobertura de deportes electrónicos, incluidas estrellas de fútbol que juegan al videofútbol. La Fórmula Uno ha corrido toda una temporada de grandes premios utilizando su videojuego con licencia oficial. Y en Australia, los equipos de NRL se enfrentaron en Fortnite en lugar de rugby”. A todo esto podríamos sumar muchos otros torneos deportivos virtuales que ya están confirmados para el segundo semestre de este año y que empiezan en julio con el Tour de Francia en Zwift para ver a los referentes del ciclismo mundial competir en modalidad virtual.
¿Es esta la nueva normalidad de los deportes?
¿Es esta la nueva normalidad de los deportes? Will y otros analistas predicen un escenario híbrido donde los deportes tradicionales seguirán despertando la pasión en los estadios, en las pistas o en las carreteras, pero habrá una mayor participación y correlación con la tecnología y las soluciones digitales.
Nuevas maneras de entrenar, competir y disfrutar
Son varios los ejemplos de cómo se empieza a trabajar la nueva normalidad en los deportes. Estamos viendo a atletas y deportistas ejercitarse en sus casas con sistemas adaptados para simular sus tradicionales campos de entrenamiento. Los ciclistas, por ejemplo, han pasado horas al frente de pantallas recorriendo distancias fantásticas en rodillos y recopilando la información necesaria para planear sus próximas competencias a través de sistemas inteligentes que van tomando y analizando sus datos. Fue la manera de adaptarse desde el inicio a la nueva realidad de los deportes.
— Egan Arley Bernal (@Eganbernal) April 13, 2020
Pero eso solo fue el comienzo. Avanzada la pandemia y ya cuando algunos deportistas recibieron los permisos para empezar a reunirse en entrenamientos en campo, la tecnología actuó de nuevo como protagonista principal. Es gracias a tecnologías de video complementadas con soluciones de analítica avanzada y capacidades de inteligencia artificial (sistemas de computer vision) que equipos como el Bayern Munich pudieron volver a los entrenamientos más rápidamente que otros asegurando el distanciamiento social.
Poder acceder a datos de cada uno de los jugadores y de las distancias en las que se encontraban sus compañeros en los entrenamientos, analizar todos esos datos y aprovecharlos creando nuevas sesiones de ejercicios o nuevas metodologías de prácticas es lo que está haciendo que los equipos recurran cada vez más a potentes soluciones de software analítico para hacer su planeación y diseñar sus posibles escenarios de acción.
Antes del COVID-19 muchos ya conocíamos cómo estas soluciones analíticas permitían medir el rendimiento de los atletas durante una competencia, saber cómo aprovecharlos mejor o incluso predecir cuándo corrían el riesgo de lesionarse. Hoy en día estas soluciones están adaptadas para enviar el desglose de los datos por cada deportista durante las sesiones completas, incluyendo nuevos indicadores como el tiempo de contacto y el número de intervenciones que cada deportista tiene en un entrenamiento o una competencia. (Alprazolam)
Pero no son solamente los deportistas los que afrontan esta era de cambios. Los espectadores también experimentan nuevas maneras de interactuar, de vitorear a sus equipos o ídolos y de expresarse cuando no se logra un gol, una cesta o un primer lugar en una carrera.
Sistemas que recogen las reacciones de los espectadores que están en línea o frente a su televisor viendo una competencia y que los llevan a las canchas de juego para que los deportistas sigan ´sintiendo´ el ambiente es solo un ejemplo. Equipos de la Premier League como el Arsenal y el Manchester City han establecido alianzas con Zoom para montar paredes digitales detrás de los arcos donde los fanáticos pueden ver el partido a distancia, pero con la cercanía virtual que permite la experiencia. ¿Funcionaría este sistema para que los aficionados no tengan que salir a las calles a exponerse por querer alentar a sus ciclistas favoritos en una competencia como el Tour de Francia?
Son muchos los avances que se están viendo y aún más los que se verán. Todos en una u otra medida estarán basados en dos grandes tendencias: el aprovechamiento de los datos a través de la analítica y el uso de la inteligencia artificial para mejorar y hacer más segura la práctica deportiva, y la creación de nuevas experiencias para los aficionados. Las posibilidades son infinitas y solo hasta ahora empezamos a vislumbrar la nueva normalidad deportiva.