Estamos en una época de máximo cuidado y de decisiones cruciales. Tenemos que salvaguardar la salud de la población por encima de cualquier otra consideración, pero también debemos pensar que de esta situación debemos salir con muchos aprendizajes y fortalecidos para el futuro.
Muchos líderes por fin están entendiendo que las decisiones de negocios no se pueden tomar de manera intuitiva e improvisada. Gracias a la tecnología, a la posibilidad de reunir la mayor cantidad de datos posibles, analizarlos y extraer de allí inteligencia es que muchos gobiernos, bancos y empresas en general están pudiendo tomar decisiones calculadas en estos momentos.
Muchos líderes por fin están entendiendo que las decisiones de negocios no se pueden tomar de manera intuitiva e improvisada.
Y es que detrás de decisiones como las de aplazar el pago de créditos, modificar el calendario de impuestos, reconectar los servicios públicos así no hayan sido pagados, aumentar las conexiones de internet y abastecer en forma inteligente supermercados y tiendas está la tecnología.
Este tipo de decisiones, que se han estado habilitando por casi todos los gobiernos y empresas en la actualidad para procurar alivios a miles de personas que se puedan ver afectadas por la situación actual, tiene como ejemplo lo hecho en países como Francia, donde el gobierno anunció medidas que beneficiaban a los ciudadanos, entre otras con la activación de una garantía del Estado de 300.000 millones de euros para solventar los préstamos bancarios contraídos por las pequeñas empresas (las que más mueven la economía de los países).
¿Cómo es que un gobierno puede tomar este tipo de decisiones sin poner en riesgo las finanzas futuras de todo un país? ¿Cómo un banco puede identificar de manera específica a los primeros clientes que van a entrar en mora y ofrecer alternativas financieras de manera masiva? ¿Cómo una empresa de telecomunicaciones puede aumentar las capacidades de Internet para todos los usuarios sin hacer colapsar el servicio? Combinando la llamada inteligencia de negocios y la gestión de riesgos.
Las soluciones de inteligencia de negocios analizan millones de datos y variables, predicen escenarios y proporcionan los elementos clave para que precisamente los líderes en las empresas o en las entidades de gobierno puedan tomar decisiones de manera calculada, anticipando lo que va a suceder en el futuro con esas decisiones. Adicionalmente, a través de modelos de riesgo se puede saber con precisión hasta dónde ser flexible o qué tantos beneficios es posible ofrecer a los usuarios sin arriesgar las finanzas futuras o poner los servicios al borde del colapso.
Las soluciones de inteligencia de negocios analizan millones de datos y variables, predicen escenarios y proporcionan los elementos clave para que precisamente los líderes en las empresas o en las entidades de gobierno puedan tomar decisiones de manera calculada, anticipando lo que va a suceder en el futuro con esas decisiones
Estos son algunos ejemplos de decisiones que se han tomado en países para intentar aliviar la situación de personas en medio de las condiciones actuales y los cálculos que se pueden estar haciendo detrás:
Bancos que suavizan las obligaciones. Las entidades financieras (y las instituciones de gobierno) son las que tradicionalmente más utilizan la inteligencia analítica para la toma de decisiones. Así como calculan la capacidad de pago que tiene una persona para aprobarle un crédito y una tarjeta o así como detectan a través de los datos comportamientos anómalos de los clientes y evitan fraudes, de igual manera tienen la proyección de pagos de sus usuarios actuales, saben quiénes son los que más rápido pueden entrar en ceses de pagos o cuáles son los rubros que se pueden ver más afectados. Por eso es que se han privilegiado medidas que impactan los pagos hipotecarios, de tarjetas y créditos de consumo, porque son los que más respiro le darían a los clientes en la actualidad.
Reprogramación del calendario tributario y pago de impuestos. Para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, el liberarlos de sus obligaciones de manera transitoria les permite aliviar una preocupación y trasladar algunos recursos a temas más importantes en las condiciones actuales: como el pago de nómina o de aportes a la salud de los empleados.
Tradicionalmente las entidades recaudadoras de impuestos hacen uso de la analítica para optimizar temas de recaudo, reducir evasiones y controlar temas de fraude, aspectos que en el país se vienen fortaleciendo en el último tiempo.
Entidades de salud que pueden focalizar los puntos de atención en este momento, policía que puede ayudar a atender situaciones de emergencia con mayor agilidad y control inteligente de fronteras para darle mejor manejo a los temas migratorios, son algunos otros ejemplos de uso de soluciones analíticas que hacen los gobiernos.
Operadores que amplían planes de internet. No es que las redes sean ilimitadas y no puedan colapsar ante el aumento de las capacidades de conexión de todos los usuarios. Gracias a tecnologías como el Internet de las Cosas IoT, las redes tienen hoy en día instalados sensores que transmiten información en tiempo real acerca de su desempeño, qué tanto están siendo utilizadas o en qué zonas específicas. El análisis de todos estos datos (algo que hoy en día se conoce como la Analítica de las Cosas) permite redireccionar la capacidad de las redes a las zonas que más lo necesitan. Hoy en día, cuando gran parte de los trabajadores están en zonas residenciales desde sus casas, se pueden deshabilitar capacidades en centros empresariales de las ciudades y pasarlos a los barrios residenciales que lo necesiten.
Abastecimiento inteligente de supermercados. Las principales cadenas de supermercados en el país ya se apoya desde hace tiempos en la analítica avanzada para optimizar sus inventarios, anticipar los pedidos, planificar la demanda de productos y automatizar el suministro de bienes a ciertos locales. En las condiciones actuales, esto es de gran ayuda para intentar optimizar el abastecimiento de los almacenes de manera inteligente, privilegiando el despacho de productos específicos a locales donde más se requiere.
Si bien todos estos ejemplos tienen un primer impacto en la actividad de las empresas o de las entidades de gobierno, tienen incidencia directa en el bienestar y beneficio de las personas.
Además de poner en evidencia el uso que se está haciendo de la tecnología para tomar decisiones responsables, la coyuntura actual también nos deja como ejemplo pensar que así sean tecnologías para empresas o que son implementadas por grandes corporaciones, su único y real propósito siempre debe ser el impactar positivamente a las personas.