Estamos viviendo un momento histórico. Tal y como lo recuerda nuestro CEO, Jim Goodnight, 2019 es especial porque se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la luna. En ese entonces, se necesitaron 400.000 científicos, técnicos, matemáticos e ingenieros para convertir la idea de aterrizar en la luna en una realidad. Tuvieron que crear nuevos materiales, tecnologías y modelos matemáticos para alcanzar ese objetivo. Como en el programa Apollo, el Doctor Goodnight hizo parte de esa generación que aprendió cómo las matemáticas, la ciencia y la tecnología pueden transformar el mundo.
Pero decimos que vivimos en un momento histórico mirando el futuro, no el pasado. Es un momento histórico por las nuevas posibilidades que avisoramos de volver a pisar el suelo de la Luna, y también -y especialmente- por las oportunidades que tenemos de aprovechar la infinidad de avances y tecnologías para hacer viajes mucho más trascendentes e impactantes para la humanidad.
Steve Bennett, director de la Práctica de Gobierno Global para SAS lo pregunta como: “Al celebrar el 50 aniversario de la Misión Apollo 11, ¿cuál es la próxima frontera para la innovación estadounidense”. Borremos el estadounidense y traslademos esa pregunta a las realidades de cada uno de nuestros países, nuestras sociedades y nuestras economías: 50 años después de haber pisado la Luna, ¿cuál es la próxima frontera de la innovación que estamos traspasando?
“En lugar de nuevas tierras para explorar, o nuevas alturas para alcanzar -dice Bennett- la próxima frontera para la innovación es una que ya está a nuestro alrededor. Está disponible desde nuestros escritorios y espera a que desbloqueemos su potencial. La próxima frontera es digital”.
Esta frontera, siguiendo lo escrito por Bennett, “es única porque se hace más grande cuanto más la exploramos”. El 90% de los datos en el mundo se generó en los últimos dos años. Para el año 2025, las firmas analistas estiman que generaremos 163 Zettabytes cada año (un zettabyte es un billón de gigabytes), diez veces más que la tasa anual actual. No solo los datos se hacen más grandes, sino que se crean y se mueven más rápido. Se espera que más de una cuarta parte de los 163 ZB de cada año se creen y se consuman en tiempo real.
Pero en esta nueva frontera, ¿qué herramientas, habilidades y enfoques necesitamos? Según Bennett, en lugar de rastreadores y navegadores; vagones y caballos; ingenieros aeroespaciales y pilotos de pruebas; reglas de diapositivas y naves espaciales: esta nueva frontera exige diferentes soluciones y nuevas habilidades. Análitica, inteligencia artificial, machine learning, pronóstico, optimización y visualización. Estas son las nuevas herramientas del comercio que se requieren para descubrir y explorar la frontera actual.
“Hoy, vivimos en una época en la que los zettabytes de datos y las capacidades de computación masiva provocan nuevas posibilidades. Nuestros teléfonos inteligentes tienen más poder de cómputo que el Apollo 11. Estamos presenciando un enfoque renovado en datos y analíticas impulsados por la combinación de un mayor poder de cómputo, un mundo más conectado y poderosas tecnologías de inteligencia artificial como la visión por computadora, el procesamiento de lenguaje natural y el machine learning”, dice nuestro CEO.
El mundo celebra los 50 años de Apollo11 y se apresta a iniciar la carrera para volver a explorar la Luna y otros lugares. En marcha está el Plan Artemis (Artemisa en español) de la Nasa para llevar nuevas personas a la Luna antes del 2025. Según los planes, será la primera vez que una mujer pise suelo lunar (por ese homenaje a las mujeres que han contribuido en la carrera espacial y por ser justamente la diosa griega la hermana de Apolo es que se denominó la misión como Artemis), pero también será la primera vez que las naves sean construidas con partes impresas en máquinas 3D, la primera vez que irán robots con IA incorporada en la tripulación y la primera vez que se instalarán estaciones espaciales con sensores de IoT que estarán transmitiendo información en tiempo real y permitirán recolectar más información que permita comprobar la posibilidad de vida en otros lugares más allá de la tierra.
La tecnología hoy nos permite pensar en nuevas posibilidades. Aprovechar los datos, hacer análisis predictivos, poder calcular escenarios futuros, tomar decisiones más acertadas y minimizar errores. Todo esto es vital en la carrera espacial, en nuevos viajes a la Luna y en general en explorar nuevos mundos, pero también en la manera en la que innovamos diariamente.
Tenemos a nuestro alcance la posibilidad de aprovechar los millones de datos disponibles para salvar vidas, transformar profesiones, potenciar empresas e impactar desde todos los sectores e industrias. Es hora de que todos y cada uno de nosotros desbloqueemos la frontera digital.