La IFRS17 trae consigo retos y desafíos que deberán ser abordados por el sector asegurador y reasegurador con la importancia que el caso amerita, no es un simple ajuste a la contabilidad, sino que tendrá un impacto considerable en las operaciones de las compañías de seguros y de manera más disiente en aquellas que se dedican a la comercialización de seguros no patrimoniales. A partir del 2022 el sector tendrá la obligación de implementar el estándar contable lo que conlleva cambios significativos en los resultados, presentación y revelaciones, así como la modernización de la plataforma tecnológica para hacer frente a los desafíos del nuevo estándar regulatorio.
Ahora bien, lo primero que debemos comprender es que el pilar fundamental de la norma está en asegurar que la entidad proporcione información relevante que represente fielmente los derechos y obligaciones provenientes de los contratos de seguro que emite el International Accounting Standards Boards (IASB), conscientes de la entrada en vigencia de la reglamentación (deberá empezar en firme el 1 de enero de 2022, con ejercicios de comparación durante 2021), las compañías sometidas a su ejecución saben del arduo trabajo que deberán realizar y el tiempo que puede tomar esta implementación en las áreas de TI, actuaria, contabilidad y riesgos por tanto deberán aprovechar el tiempo restante para empezar su ejecución y evitar posibles sanciones de los entes de control.
Probablemente, el sector no cuente con la plataforma tecnológica que le permita cumplir a cabalidad con la mayoría de los requisitos funcionales, si bien algunos elementos del proceso de la IFRS17 pueden (y deberían) estar respaldados por herramientas existentes (como software actuarial y sistemas de gestión), existe un valor agregado proporcionado por la oferta de SAS, dicho valor no solo está en la capacidad de realizar cálculos específicos y adicionales a los requeridos por el estándar, sino también en el almacenamiento y conservación de los datos de entrada y salida a nivel granular, además de contar con mecanismos de divulgación específicos.
Si bien queda aproximadamente año y medio para cumplir con la totalidad del estándar las aseguradoras están empezando a sentir que el tiempo se agota, resultado de dicha transición y de acuerdo con los estudios realizados por SAS Colombia es probable que se presenten incumplimientos a los plazos estipulados por el regulador, inclusive no se descarta la posibilidad de que el sector a través de Fasecolda requiera de la ampliación de los plazos.
Retos y desafíos del estándar.
El principal desafío para el sector es que la IFRS17 no es un ajuste más, es todo un hito, dentro de los cambios contables más representativos se deben reclasificar partidas en el balance y recalcular la contabilización de los ingresos de todos los contratos, tanto nuevos como antiguos, además de modificar las plataformas de IT y la estrategia de la compañía, lo que conlleva una gestión mucho más asertiva y prospectiva de los factores de riesgo, desde el punto de vista operativo se deberán modificar manuales, políticas, procedimientos y todos aquellos sistemas informáticos en pro de contar con la información requerida por la norma, de allí depende que para tener una implementación exitosa sea clave contar con un plan de trabajo escalonado para formular con la debida premura los complejos análisis, diseños, desarrollos y simulaciones necesarias.
Desde el punto de vista de la integración de las áreas el reto fundamental esta en modernizar la plataforma tecnológica ya que deberá ser reestructurada casi por completo, para poder recolectar, procesar y llevar a cabo los cálculos que se necesitan reportar. De acuerdo con Francisco Moure, Socio de IT Advisory de KPMG en España “El sector debe dotarse del marco y la infraestructura tecnológica necesaria para a apoyar todo el proceso de transformación. Esto va a requerir inversión, tiempo y firmeza para superar cuestiones como la inflexibilidad y obsolescencia de los sistemas actuales. La renovación tecnológica presente es una enorme oportunidad para adoptar las tecnologías hoy disponibles que permiten hacer una oferta de seguros mucho más personalizada y de gran valor añadido”, señala.
La medición y el registro contable para los seguros no patrimoniales cuyo plazo sea superior a un año conlleva un alto nivel de complejidad, para evitar desequilibrios en el balance ante las posibles fluctuaciones en la tasa de interés las compañías deberán contar con mecanismos idóneos para la gestión de activos y pasivos factor que actualmente no se encuentra regulado por el ente de control y supervisión.
Por ultimo y no menos relevante, es imperativo que las entidades sometidas al estándar puedan cuantificar el impacto para así anticiparse y adoptar las medidas preventivas a que haya lugar, dentro de los puntos a tener en cuenta se deben contemplar entre otros: de donde viene la información, es fiable la calidad de la misma, cuáles serán las diferentes fuentes , qué sistema se utilizará, cómo se vinculará con la las áreas de contabilidad, actuaria y riesgos, es necesario calibrar el perfil de riesgos, se requiere diseñar e implementar nuevos procesos y controles.