Los casos de fraude, corrupción y abuso en general de fondos financieros, llevan ya varias décadas de historia, en la que los actores involucrados se han ocupado de analizarlos y tratar de prevenirlos. El fraude es un delito que no se centra exclusivamente en entidades privadas, también tiene importantes repercusiones en instituciones públicas.

Entender cómo se encuentra hoy el escenario mexicano respecto a este tema, es fundamental, puesto que la situación ha evolucionado de manera similar a lo que ocurre de manera global, debido a la innegable interconexión entre sistemas, problemáticas, e incluso en la forma de solucionarlas. Actualmente en México, los temas de fraude y corrupción se han vuelto cada vez más sofisticados, lo que ha llevado a las autoridades públicas y privadas a convertir la seguridad una de sus prioridades.

La malversación de activos, continúa siendo la forma de fraude más popular, sin embargo, la de mayor crecimiento, es el mal uso de información privilegiada, lo que pone en riesgo a compañías de todos los tamaños de industrias y refrenda a la información como el activo más importante hoy en día.

Dentro de las variables de afectaciones que puede enfrentar una organización expuesta a una situación de fraude, es importante resaltar que si bien la económica es muy importante, hay varias más que podrían incluso detonar problemas mayores, como: la baja moral e incertidumbre que pueden atravesar los empleados, la relación con otros negocios, la reputación de la marca, entre otros.

Como parte de la búsqueda de soluciones que blinden a las empresas, en SAS hemos desarrollado líneas de acción basadas en la prevención de crímenes financieros: se trata de una protección proactiva que se basa en la analítica avanzada.

Esto se desarrolla desde el entendimiento de un comportamiento global, en donde las personas que buscan vulnerar los estándares de seguridad, cuentan con mecanismos cada vez más sofisticados y se ha vuelto una lucha por información de valor, incluso más allá que la lucha por activos físicos y financieros.

En SAS, desde hace 40 años, compartimos el interés por ser parte de su estrategia de negocios, brindando soluciones que aumenten la seguridad y disminuyan el riesgo, buscando siempre consolidar la relación con las organizaciones con las que trabajamos, y sobre todo, innovación constante.